[Maratón 4/10]
- Eres raro.- soltó con desprecio un niño rubio, de no más de ocho años, a otro de su misma edad, este tan solo agachó la cabeza.- ¿Ni siquiera te puedes defender?- el pequeño pelinegro seguía sin responder, por lo que el contrario no encontró otra mejor opción que empujarlo, haciendo que perdiera el equilibrio y cayera.- Nadie te quiere, tus tíos te dejaron aquí por ser un fenómeno y una vergüenza para todos los alfas.- una chispa de confusión nació en el niño.
- T-tú también eres huérfano y... Y fuiste abandonado ¿No?- murmuró bajo, pero el rubio estaba lo suficientemente cerca para escucharlo. Su expresión cambió violentamente, de una de desprecio a una de completa furia.
- ¿QUÉ MIERDAS DICES? ¡NO CREAS QUE TODOS SOMOS COMO TÚ!- bramó antes de arremeter con sus puños al rostro de Harry. El niño soltaba quejidos, lloraba y suplicaba que parase, sin embargo su agresor no lo hacía. Una vez se cansó de golpear al niño, paró, mientras observaba con frustración como todo rastro de herida que había en su rostro desaparecía. Todo, menos aquella curiosa cicatriz en forma de rayo que yacía en su frente.- ¿Ves? ¡Por eso te digo que eres un fenómeno! Si fueras normal, jugaría contigo y sería tu amigo.- los ojos del pelinegro se llenaron de lágrimas.- ¿Vas a llorar? Hazlo, a nadie le importas, de todos modos.- y, tal como dijo su bully, rompió en llanto. No era su culpa ser así, no quería tener esas habilidades. Quería ser normal. Quería ser como todos, no un fenómeno. Harry sorbió la nariz y se tambaleó al levantarse, su ropa estaba sucia y las monjas lo regañarían. Él no quería darles más trabajo, pues eran las únicas personas que le demostraron un poco de cariño, por esa razón Potter se aferró a ellas. Las defendería con uñas y dientes. No dejaría que nada ni nadie les hiciera algo. Sacudió sus prendas en un intento de limpiarlas, algo de polvo salió de ellas. Repitió la acción varias veces hasta que ya no pudo hacer nada más, se encontraba lo suficientemente decente, aunque tenía las mejillas y la nariz rojas por estar llorando, además de las marcas de lágrimas en sus mejillas.
Ya estaba anocheciendo, no podía quedarse más tiempo. Corrió hacia el orfanato con sus pequeñas y frágiles piernitas, preguntándose si había hecho algo malo para terminar allí. Obviamente sí. Su tío Vernon siempre decía que era un estorbo y un fenómeno, que debía aprender a ser normal, que él le enseñaría a serlo por medio de golpes. Se preguntó si realmente eso funcionaba, pero siempre recibía muchos golpes y no había mejoría alguna. Supuso que, a lo mejor, los golpes de Daniel eran demasiado débiles. Dudley tampoco lo quería, supuso que se llevaría bien con el rubio.
En cuanto llegó al edificio, las monjas se percataron de su estado y automáticamente fueron a socorrerlo. Mentalmente agradeció a Daniel, tanto por tratar de "curarlo" como por lograr que las hermanas le prestaran atención. Supuso que el niño no era tan malo como aparentaba, no luego de lo que hizo por él.
Porque ser normal era el más grande sueño de Harry Potter.
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Alpha X Alpha [Tomarry]
FanfictionHarry escapa del mundo mágico, pero Voldemort lo persigue.