Alpha X Alpha [Tomarry]

7

[Maratón 5/10]

  Un grito resonó en la casa. Sus tíos, Vernon y Petunia, lo miraban furiosos. Dudley... Bueno, Dudley también, pero esta vez se encontraba algo intimidado con la presencia de Harry. El pelinegro lo observó con confusión, no debía temerle ¿Por qué lo hacía? Él no sería capaz de hacerle daño a su primo. Nunca, porque él amaba demasiado a su primo. A pesar de los golpes.

- Tú... Tú...- Vernon se encontraba rojo de la ira.- Tú no puedes...- su respiración era irregular y exagerada, Potter se preguntó si no necesitaba agua para tranquilizarse. O algo así. De hecho, lo preguntó.

- ¿Tío? ¿Necesitas que te traiga agua?- ofreció el niño inocentemente. Aquello enfureció aún más a Dursley al pensar que se estaba burlando de él. Debía enseñarle a ese mocoso que no debía burlarse de su persona, todavía menos cuando se encontraba presente. Tomó con fuerza el brazo flacucho del niño, quien soltó un pequeño quejido, pero no dijo nada, sabiendo que llegaría luego. El hombre hizo un puño con su mano y lo levantó, cuando estuvo a punto de estamparlo contra el angelical rostro del pelinegro, una voz hizo que se detuviera.

- ¡Vernon, no!- exclamó Petunia con voz chillona, como siempre.- No es momento de hacer eso, puedes continuar luego, si quieres.- repuso.- Hay que proteger a nuestro Duddy.- terminó con tono preocupado, mirando de reojo al susodicho. Las palabras parecieron traer a la realidad a Vernon.

- Tú no puedes ser alfa.- el menor ladeó la cabeza en señal de confusión.

- ¿Qué es ser alfa? ¿Por qué no puedo? ¿Tú lo eres?- interrogó, el mayor le envió una mirada llena de reproche y desprecio. El pelinegro bajó la cabeza.

- ¡CÁLLATE!- gritó sobresaltando a todos en la sala. Dudley se escondió detrás de su madre, temblando.- ¡TÚ TE ATREVES A SER UN ALFA! ¡DAÑARÁS A DUDLEY! ¡SEGURAMENTE INTENTARÁS VIOLARLO LUEGO!- Petunia asintió con vehemencia, había tapado los oídos de su hijo, aunque Harry dudaba que eso impidiera que Dudley escuchara, pues su tío había gritado muy fuerte.

- Y-yo no le haría daño a Dudley.- contradijo con timidez, su voz era baja, casi imperceptible. Casi.

- ¡Eso dices tú!- bramó.- ERES UN ALFA ¿CÓMO TE ATREVES A ACERCARTE A DUDLEY?- pues si, Dudley era omega.

- Vi-vivimos en la misma casa.- murmuró con la voz temblorosa. La mirada colérica de su tío lo asustó aún más.

- ¡CLARO QUE SÍ! ¡TODO POR CULPA DE ESE... POTTER!- exclamó con desprecio.- ¡PERO ARREGLAREMOS ESO! ¡YA MISMO!- el menor, con su cuerpo lleno de temblores, ladeó la cabeza sin entender.- Ve a buscar tus cosas. Ya.- ordenó, al parecer más tranquilo. Petunia le dirigió una mirada llena de confusión, pero Vernon solo le regaló una sonrisa torcida, intentando tranquilizarla. Un sollozo se escuchó detrás de la mujer, las miradas rápidamente se dirigieron hacia el omega, quien ya se encontraba llorando. Intentaron calmarlo, pero su llanto parecía empeorar.- No te preocupes, Duddy, ese fenómeno terminará en un orfanato, lejos de todos nosotros, no podrá hacerte daño.

  Harry Potter despertó de aquel sueño, sintiendo una presencia a su lado. Cuando dirigió la mirada se encontró con el bello rostro de Tom, quien dormía plácidamente. Dirigió una de sus manos a su nuca, donde yacía la horrible marca que ese hombre había plantado. Lo había reclamado. Ya no había posibilidad de recuperar a su lobo. Lo extrañaba. Lo añoraba. Necesitaba sentir su presencia nuevamente. Ya no quería ser un delta. Observó con furia como el hombre dormía y dejó de tocar su marca, posó su mano en el cabello castaño del mago oscuro. Este no se despertó, no se percató del movimiento. Seguía durmiendo como un bebé.

- Te destrozaré, Tom Riddle.- murmuró por lo bajo mientras apretaba con fuerza un mechón del cabello marrón. Una vez que Harry hacía una amenaza, la cumplía.