#@#€€9(@+@;#(@-6

4.3K 479 5
                                    

- ¡ME DIJISTE QUE YA NO LO HARÍAS MÁS!- gritó encolerizado un adolescente de cabellos azabaches. Voldemort lo miró con frialdad. Se desplomó en el suelo, contorsionándose por el dolor. Un crucio no verbal. Tensó su mandíbula. No gritaría.

- Escúchame bien, pequeña puta.- gruñó. Harry quedó congelado ante el tono burlón y desdeñoso que estaba dirigido hacia él.- Complací muchos de tus caprichos, fui benevolente contigo, no por eso me vas a tratar como si fuera tu igual. Si te tengo conmigo es porque el estúpido horrocrux del diario se obsesionó con el dulce "Harry".- la indiferencia del mayor le dolía mucho más que la maldición que acababa de lanzarle, las palabras que emitían sus labios parecían quemarle las entrañas.- Si yo quiero acostarme con alguien, lo haré. No estás aquí porque quieras, estás aquí porque yo te traje. No me importa si no quieres quedarte, de todas formas lo harás. Se acabó mi paciencia contigo.- hizo levitar al chico, quien lo miraba con ojos perdidos, como si en realidad no estuviera viendo ningún lugar en específico.- Ahora dime... ¿Cómo es que sabes lo que sucede fuera de esta habitación?- Harry no contestó.- ¡RESPONDE!- exclamó lanzándole un diffindo.- ¿QUIÉN TE ESTÁ HABLANDO? ¡DIME!

- ¡NUNCA!- negó el menor.- ¡PUEDES MATARME A MÍ, PERO NO A ESA PERSONA!- pronto se encontró tirado en el suelo y siendo víctima de crucios consecutivos. Intentaba no gritar, pero a la quinta maldición se rindió. De sus ojos escaparon un torrente de lágrimas y los gritos que salían de su garganta eran desgarradores.

  Y, de repente, Tom se detuvo. Observó horrorizado la escena ante él y salió de la habitación, dejando a un dolorido Harry en ella.

  No pasó mucho tiempo para que una lechuza negra entrara en el cuarto, observando con curiosidad el estado del humano, el cual con las pocas fuerzas que tenía agarró la carta que el animal llevaba y la leyó. Era breve.

Harry:
             Necesitamos tu ayuda. No quería llegar a esto, pero es por el bien del mundo mágico. Comprenderé si no quieres venir y no habrá rencores. Nuestra comunicación seguirá hasta el día de mi muerte. Responde detrás de la hoja, si aceptas te buscaremos cuanto antes.

El Príncipe Mestizo.

- Sí.- sollozó.- Por favor. Por favor.- observó suplicante al ave, quien no comprendía lo que pasaba y solo le picoteó cariñosamente una de sus orejas. Se arrastró hacia la mesa de noche que se encontraba a un lado de su cama. Abrió el cajón ansiosamente y buscó desesperado hasta que encontró lo que quería. Un lápiz.

Sí.

Alpha X Alpha [Tomarry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora