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El viaje había Sido demasiado largo y cansado. Aunque también fue divertido. Hablar con Ashton era muy sencillo y también hacerlo reír. Parecía que cada cosa que decía le causaba gracia, o era eso o se burlaba de mi. Pero no me molestaba. Hubo varias ocasiones en regresaba con los chicos y luego regresaba conmigo. Me sentía mal por hacerlo moverse pero aclaro varias veces que no tenía problema. También en algunas oportunidades Calum y Michael vinieron a hacerme compañía, también eran muy divertidos. Aunque Michael me provocaba cierta intranquilidad porque siempre se veía tan pasivo e inexpresivo. No mostraba mucho sus emociones.

Todo había ido bien.

Me sentía como su hubiéramos viajado en el tiempo. Era de mañana otra vez y era muy extraño no haber dormido nada. Tal vez más tarde me muera de sueño pero no importaba. Me sentía muy emocionada por esto.

Una de las azafatas anunció que en un rato mas el avión comenzaría a descender. Vi por la ventana que la ciudad cada vez se veía más cerca. Habíamos llegado a una parte de Japón. Voltee a ver a Ashton, hace unos minutos estaba despierto pero ahora estaba dormido o eso parecía.

-Hey -susurre lo suficientemente alto para que solo él me escuchara. Pero no sé movió.- Hey. -le si toquesitos en la frente justo en medio de las cejas. Solo emitió un gruñido y volvió a dormir.

Rode los ojos. Había estado despierto todo el viaje, justo en estos minutos tenía que dormir. Levante un poco mi cabeza para poder ver sobre los asientos, la mayoría estaba dormidos pero Vi que Calum estaba haciendo quien sabe que en su celular.

-Ppss-no quería despertar a nadie pero Calum estaba muy concentrado y no me hacía caso.- Ppss- sin resultados.

Busque una bolsa de cacahuates que había guardado hace horas. La abri y comí unos cuantos. Agarre uno para lanzarlo.

-Ppss - seguía sin voltear. -¡Calum! -dije un poco alto y al mismo tiempo lance el cacahuate. Justo en ese momento, el muchacho levantó la vista y el cacahuate le dió en su mejilla.

Por cierto, sus cachetes eran enormes y me daban ganas de aplastarlos.

-¿Qué pasa?

-Necesito tu ayuda -le hice señal de que se acercara. Teníamos poco tiempo, en un rato las azafatas dirían que ya no podíamos levantarnos de nuestros asientos.

Dejó su teléfono a un lado y se levantó. Antes de venir se estiró un poco, se tomó su tiempo en acomodar su ropa y caminó con extremada lentitud hacia mi.

-¿Si? -vio los cacahuates y agarro unos para comerlos. Luego se guardó la bolsa en el bolsillo de su sudadera.

-Amm..-sentí como la pena comenzaba a surgir de alguna parte mi cuerpo.-¿Podrías...-aclare mi garganta-...podrías tomarme un foto?

El chico terminó de masticar los cacahuates y asintió. El entregue mi teléfono y acomode un poco mi gorro. Estaba hecha un desastre pero no importaba.

-Que se vea un poco la ciudad...- le pedí. Me acomode y alce mis pulgares para sonreír un poco. Escuché el sonido de la cámara un par de veces y finalmente me entregó mi celular.

-¿Están bien? -asentí al ver las fotos. Estaban perfectas. -Lindo gorro -estiró su brazo y me lo quito para luego ponérselo. Saco su celular y se tomó una foto. -¿Qué es esa mancha?

-Lo queme con una lámpara -se me había olvidado por completo que lo había quemado una vez cuando olvide quitarlo de mi lámpara de mesa. La encendí y a los segundos olía a quemado.

-Creo que solo a ti te pasan estas cosas -se río y volvió a entregármelo. Tuvo que regresar a su lugar cuando escuchamos que íbamos a descender.

The beginning | lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora