viii

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-Lo que quiero decir es que no me molesta tomar otro elevador. Pero cuando ves que alguien quiere subir, tienes que impedir que las puertas se cierren. Está escrito en las leyes universales de la amabilidad -me acomode los audífonos del manos libres.

Era temprano y estaba en el gimnasio del hotel. Aprovechaba las mañanas para poder ir y no hechar por la borda todos los meses anteriores. En México era todavía temprano, probablemente comenzaba a oscurecer pronto. Este era mi momento para hablar con Olivia.

-Tal vez para él no existe la palabra amabilidad -en el fondo se escuchaba la bolsa de frituras mientras sacaba otra para comerla.

-No es eso. Lo he visto con los chicos, o en entrevistas o con cualquier otra persona. Hasta con las fans y es completamente diferente.

-He investigado un poco en internet. -podia escuchar que tecleaba algo en su computadora-. Según esto, Luke Hemmings es un chico amable, simpático y todo un pan de dios. Eso es verdad o es el juicio ciego de las fans.

-Entonces el problema es conmigo. -dije mientras terminaba de hacer las pocas abdominales que lograba completar.

-Me quejaré en Twitter. Nadie trata a mí mejor amiga de esa manera y sale victorioso de la situación.

-Solo no menciones mi nombre -dije luego de pensarlo un rato.

Sabía que eso no era lo correcto pero no iba a hacer ningún daño que Olivia le escribiera unas cosas. Tal vez ni siquiera lo verían. Terminé de hacer ejercicio. Olivia me contaba acerca de sus vacaciones, trabajaba en la tienda de sus padres para pagar una multa por estacionarse en un lugar prohibido. Permaneci sentada en un tapete disfrutando de la conversación con mi amiga.

-¿Has hablado con Tomás? -pregunto indecisa en si era lo correcto hacer esa pregunta. Suspiré profundamente -Eso no suena bien, amiga.

-No he hablado con él -me recoste en el suelo-. Tampoco me apetece hacerlo. 

-Pues no lo hagas. Fue un idiota, nunca me agrado. 

-Sabes que no lo fue. Siempre fue un buen chico, solo que tal vez no fue la mejor manera de terminar conmigo. 

-¡Como sea! Él se lo pierde. Ahora hay mas tu para mi -dijo eso mientras volvia a sumergir su mano en la bolsa de frituras. 

-Lo siento Olivia, pero no eres mi tipo. 

Comenzamos a reír, extrañaba poder hablar de todo tipo de cosas con ella. Me respondió algo pero no le preste atencion ya que escuche pasos del pasillo que daba a la entrada del gimnasio.  La puerta de abrió y dejo ver a un sonriente estúpido Luke junto a Calum. Ambos tenían puesto una camiseta y unos de esos shorts que parecen dos tallas más grandes, ambos traian esas mochilas tipicas de gimnasio.  Estaba hasta la parte mas profunda del lugar y no habian visto que estaba ahi. 

-Mierda -susurre y trate de ocultarme lo mas que pude.

-Oye, tampoco tienes que ser tan grosera -la voz de Olivia se alejo un poco, supuse que se estaba acomodando en su cama-. Si piensas que el amarillo no me va, solo tienes que decir que no. 

-¿De qué hablas? -me asomé sobre las maquinas para ver que los dos habían entrado al vestidor para dejar sus mochilas. -No hay tiempo, acaban de entrar al gimnasio. 

-¿Quien?

-Luke y Calum -susurre para que nadie mas pudiera escuchar. 

-¡Oh por dios, Alex! -gritó - dime que al menos tienes ropa cool para el gimnasio. 

The beginning | lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora