El Cáliz De Fuego

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En el Gran Comedor entraron dos grandes escuelas de magia. Las preciosas y delicadas chicas de Beauxbatons, y los fuertes y valientes chicos de Durmstrang.

-Es increíble como se hacen los duros los tipos de Durmstrang- dice Draco mirándoles fijamente.

-Lo dices porque son más fuertes que tú- dice Blaise haciendo reír a Sky.

-Sky, eres mi novia, riendo no ayudas en nada- dice Draco enfadado, Sky solo rió más.

-Eso Sky, defiendele y luego dale besitos- dice Theo riendo junto a Blaise.

-No la llames Sky, solo yo la lo puedo llamar así- dice Draco con una mirada penetrante.

-Así no hay quien coma- se queja Sky.

De repente, mientras Dumbledore hablaba, entró un hombre gordo, mojado, con el pelo medio largo y rubio oscuro y con un ojo que no era suyo al Gran Comedor.

Todo la sala quedó iluminada por grandes truenos debido a la fuerte tormenta de fuera, eso asustó a los alumnos y más a Sky, los truenos nunca le habían gustado porque le recordaban a la noche en la que fue adoptada, cuando sintió un dolor en su pecho y un sonido igual que al de un trueno...

Sky cogió la mano de Draco con fuerza, algunos miraban expectantes, nadie sabía que eran novios y ni siquiera habían escuchado la conversación que acaban de tener sus amigos y ella.

El hombre extraño hizo que los truenos desaparecieran y Sky se pudo tranquilizar y soltar su agarre de la mano de Draco, pero este no dejó que su novia apartara la mano del todo.

Escuchó a Ron y a Harry hablar sobre ese hombre, era Alastor Moody, o como todos le conocían, Ojo Loco Moody, era un auror que había metido a la mitad de Azkaban en dicha prisión, pero decían que ahora estaba loco.

Barty Crouch, quien trabajaba en el Ministerio de Magia, comunicó a todos los allí presentes que los alumnos menores de diecisiete años no podrían participar en el Torneo de los Tres Magos, haciendo que varios alumnos se llevaran una decepción. En cambio, Sky lo veía bien, ella pensaba que ese torneo era como un pasaje a la muerte, te podía pasar cualquier cosa sin que te dieras cuenta, y lo sabía gracias a la Historia de Hogwarts.

Dumbledore mandó callar al comedor por el murmullo que se había formado, y delante de él apareció una copa preciosa que llamó la atención de muchas personas por la preciosa llama azul que salía del interior, incluyendo a Sky.

-¡El Cáliz de Fuego! Todo aquel que quiera participar en el torneo, deberá escribir su nombre en un pedazo de pergamino y arrojarlo a la llama antes de esta hora del jueves. No obréis a la ligera, una vez elegido, no habrá vuelta atrás. Desde este momento, el Torneo de los Tres Magos se da por comenzado- dice Dumbledore, Sky posó su mirada en Cedric Diggory, el chico de Hufflepuff que fue con Harry y los Weasley a los mundiales de Quidditch. Su mirada era arrogante pero le transmitía algo bueno. Cedric sonrió y luego siguió a lo suyo.

Por la noche, mientras volvían a su sala común, Draco y Sky iban agarrados de la mano pero pararon cuando Cedric les paró.

-Hola, ¿Scarlett no?- le preguntó a Sky.

-Sí, ¿Cedric no?- pregunta Sky de la misma forma.

-Sí, solo quería decirte que eres bastante maja para estar en la casa en la que estás, he escuchado a Ron decir barbaridades de ti y espero que no le hagas caso y sigas siendo como eres- Draco agarró fuerte la cintura de su novia, algo celoso por el chico más guapo de Hufflepuff que tenía delante.

-Gracias Cedric- dice Sky verdaderamente agradecida por esas palabras, poca gente decía eso.

-Vosotros, par de muermos, ¿venís o qué?- pregunta Blaise cerca de ellos.

-Claro Blaise, nos vemos mañana Diggory- dice Malfoy arrastrando a su novia, la cual sonrió por última vez al Hufflepuff antes de dejarse llevar por su novio.

-Draco, ¿por qué has hecho eso?- pregunta molesta.

-Porque Blaise nos llamaba

-Sí, ya- dice Blaise riéndose de su amigo. Los tres llegaron a su sala común y luego se separaron para irse a dormir.

Al día siguiente, en clase de DCAO a Sky le pareció que Ojo Loco era raro y daba un poco de miedo, estaba claro que estaba loco.

El jueves, la mayoría de los alumnos mayores de diecisiete años echaron sus trozos de pergamino al Cáliz de Fuego, siendo así inscritos en el Torneo de los Tres Magos. Viktor Krum, Cedric... lo intentaron hasta los Weasley, quienes tomaron de su propia medicina al querer hacer trampas y meter sus nombres en el Cáliz con una poción envegecedora. Cedric echó tal mirada a Sky que Draco sinitó como su corazón bombeaba sangre más y más deprisa de la furia.

A la hora de elegir a los tres campeones del torneo, pasó lo que nadie se imaginaba que pasaría.

-El campeón de Durmstrang es...¡Viktor Krum!- dice Dumbledore cogiendo el primer papel que salió del Cáliz de Fuego. Este se levantó y fue hasta el director, se posicionó a su lado y esperó- El campeón de Beauxbatons es...¡Fleur Delacour!- todos aplaudieron y ella imitó la acción de Viktor- El campeón de Hogwarts es...¡Cedric Diggory!- Sky aplaudió feliz, aunque algo en ella decía que debía tener miedo por él.

-Sabía que entraría al torneo- dice Pansy sonriendo, a ella también le caía bien Cedric.

-¡Excelente! Ya tenemos a nuestros tres campeones, pero al final solo uno escribirá su nombre en la historia, solo uno levantará este Cáliz de campeones. Este recipiente de victoria, ¡la Copa de los Tres Magos!- señala Dumbledore a Barty, quien estaba colocando una majestuosa copa hermosa, con una luz resplandeciente y bonita. El Cáliz de Fuego empezó a emitir un sonido, como si algo más fuera a salir de ahí dentro. Y así fue, otro trozo de pergamino salió de él dejando extrañados a todos- Harry Potter...¿Harry Potter?- el corazón de Sky dio un vuelco, ¿cómo es posible que hubiera conseguido entrar al torneo?

Hermione obligó a Harry a ir con el director, Ron se sentía traicionado por su amigo. Tanto Harry como todos, estaban asombrados.

La Heredera de Slytherin ⚠️En Edición⚠️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora