Capítulo 3: La decisión final.

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15 de marzo de 2017, 7:03pm

Tiffany Holly caminaba rápidamente hacia su auto el que se encontraba en un parqueo de la universidad a las fuera del edificio en el que se encontraba, no habia tenido un buen día, pero estaba finalmente feliz de que regresaría a casa.

Oye, Tiffany. —escuchó a sus espaldas— Te gustaría ir a una fiesta?

Tiffany se fijó en el chico alto de pelo castaño que estaba en compañía de dos chicos más, le parecían molestos y hasta cierto punto patéticos.

No, gracias. —respondió mientras continuaba hacia su camino.

Vamos, querida... —saltó otro de los chicos mientras se cruzaba en su camino—es solo una fiesta.

No son mis amigos y no deseo ir a ninguna fiesta con ustedes, déjame en paz. —le dijo ella clavándole la mirada—muévete de mi camino.

Oh, que ruda. —dijo, pero finalmente se alejó de su camino.

"Que idiota" se dijo por dentro. Llevaban tiempo intentando pretenderla sin embargo para ella era más que claro que habia expresado su rechazo ante tal propuesta. Se subió a su auto rápidamente para dirigirse hasta el pequeño apartamento en el cual se quedaba cerca de la universidad.

Al entrar dejó algunas cosas encima del sofá para llamar de inmediato a su madre, con la cual sostuvo una conversación por un largo rato. Finalmente decidió tomar una ducha y mientras lo hacia alguien habia llamado la puerta.

¡Ya voy! —gritó mientras tomaba su toalla rápidamente para envolverse en ella­—¿Quién?

Es la chica de mantenimiento. —la escuchó decir.

Ella sin pensar dos veces abrió la puerta de su apartamento, para encontrarse con una mujer de rostro asustado, que prontamente comprendió al ver a los hombres que la rodeaban y que de inmediato empujaron hacia dentro de su habitación sin darle tiempo a reaccionar.

No te atrevas a gritar.... —dijo uno de ellos el cual pudo reconocer de inmediato, el chico sostenía un arma en sus manos apuntándole directamente—

Por favor no me hagan daño... ­—dijo viendo como el otro chico cerraba la puerta con seguro.

Sabía que sus palabras no iban a detenerlos, y sabía lo que ellos deseaban. Asi que lentamente descendió para arrodillarse frente a ellos uniendo sus manos.

Por favor, les pido solo una cosa... no me asesinen. —dijo con lagrimas en los ojos.

No lo haremos, siempre y cuando te mantengas en silencio. Sabes que no jugamos.

Ella asintió en total pánico y ellos estaban totalmente confiados de que ella no seria capaz de abrir la boca.

Abel:

9:35 de la noche:

Estaba tomando la cena con Melany cuando el telefono de la casa comenzó a sonar, me puse de pie para responder rápidamente pudiendo reconocer el nombre de papa en la pantalla.

¡Hey, pa! ¿Qué pasa? —pregunté.

Abusaron de tu hermana. —le escuché decir fríamente, asi mismo como la noticia habia sido para mí.

¿Seguro Que Eres El Jefe? (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora