¿Seguro Que Eres El Jefe? (EDITANDO)

36. "Tentaciones".

AL SIGUIENTE DÍA

Estuve esperando durante minutos, Héctor estaba intentando convencerme de que era mejor que me quedará en casa en vez de ver a jimmy, pero obvio que eso no sucedería. Había soñado toda la noche con él y con la llamada que me habían hecho, yo directamente iría a ver al Director de la cárcel.

- Esta bien. - Comentó Abel. - No podemos decirle que se quede, a pesar de todo es su esposo.

Héctor lo miró un poco desagradable y respondió que era mejor no perder tiempo. Así que nos subimos al vehículo hasta llegar a nuestro destino.

Estaba ansioso por verlo. Hicimos el proceso de revisión y pasamos directamente a la sala de visita. Esperamos unos segundos hasta que el apreció frente a nosotros.

Le quitaron las esposas, me lancé a sus brazos para besarle con mucho deseo. Y abrazarlo. Nos separamos, se abrazo con Abel y besó su frente, así mismo como con Héctor.

- ¿Como están? - Comentó tomando asiento.

- Estamos bien. - Respondió Abel.

- ¿y tu familia? ¿Y mamá y papá? - Preguntó recostándose de la silla.

- Todos estamos bien. Papa y mamá no ven él día para venir a verte, pero luego de eso todo está perfecto. ¿Y qué de tí? - Preguntó Abel.

- Todo esta bien. - Me miró fijo. - ¿Qué te pasa? No te ves muy bien...

- Yo... - Miré a Héctor.

- ¿Qué pasa? - Preguntó de nuevo y se inclinó hacia adelante. - Tú cara se ve cansada, y tu. ¿Porqué no dices nada? - Le reclamó a Héctor.

- Estoy esperando que el momento lindo de volver a verte se terminará. - Respondió. - Enmanuel tiene algo para decirte.

- ¿Qué es? - Insistió.

- Anoche me llamaron a casa... Alguien que no conocía y me dijo que sí no parabas de hacer lo que estabas haciendo yo saldría herido. - Dije y él se recostó de la silla. - ¿Qué estas haciendo?

- Nada. No le hecho nada a nadie. - Respondió molesto.

- ¿Entonces porqué me dijeron esas cosas? Jimmy por favor... - Lo tomé de la mano. - Dime.

- Es que no he hecho nada Enmanuel. - Respondió. - Solo ingresé a esta puta cárcel sin hacerle nada a nadie. Y ya estoy harto.

- Cálmate. - Le dije

- ¿Como habrán conseguido el número de Enmanuel? - Comentó Abel.

- No lo sé. - Respondió Jimmy. - Perdóname, se que ha de estar muy preocupado por eso. No pasa nada amor... - Besó mi mano.

- Dijeron que podían atravesarte con un cuchillo mientras dormias. Y te conozco Jimmy, sé como eres, reaccionas momentáneamente... No pude dormir luego de esa llamada, Héctor estuvo conmigo. Estoy muy mal con que estes en la cárcel imagínate que te estes metiendo en problemas. - Dije.

- Lo siento, lo siento. - Dijo. - No tengo problemas, solo relájate Enmanuel. Tal vez hicieron eso para comenzar a chantagearte... No lo sé, pero yo estoy bien... Nadie va a matarme.