¿Seguro Que Eres El Jefe? (EDITANDO)

11. "la trampa".

Al caer la noche:

Jimmy tomó el teléfono de encima del escritorio para saber como iban los chicos, con el allanamiento de la casa que habían planeado y supuestamente estaban los hermanos morgan.

— Abel no se descuiden para nada... — Dijo. — Ya saben la cantidad de hombres que rodean la casa... Por favor ten cuidado, estas a cargo ahora que no estoy.

— Ya lo sé. Debes de relajarte. — Dijo mientras escuchaba algunas risas detrás.

— No es broma. Le he enmendado a Héctor que se encargué de tí en cualquier acontecimiento. — Dijo llevando su mano al bolsillo. — Así que por favor tengan bastante cuidado...

— Tranquilo. Te llamaremos cualquier cosa... Estarás al tanto. — Dijo Abel antes de colgar.

Jimmy vió como Enmanuel se levantaba del asiento tomando su abrigo. Y se lo colocaba, salieron juntos hasta el auto, Enmanuel pensó que Jimmy había olvidado la nota junto al ramo de rosas que le he habia enviado Alejandro.

— ¿Donde esta el bar? — Comento.

— ¿En serio vas a ir? — pregunto el con algo de molestia.

— ¿Cuando estuve bromeando? — Preguntó mirándole a los ojos, lo conocía bien. Aunque sonreía hablaba en serio.

Así que no hizó más que decir la dirección y llegar al bar. Para la suerte de Enmanuel, Alejandro no estaba en el bar. Tomaron asiento, mientras pedían una bebida.

— Es acogedor. — Dijo Jimmy mientras se servían.

— Eso mismo pensé la primera vez que vine. — Dijo Enmanuel sonriendo.

— ¿Luego de esto prepararas de que cenar? — Dijo riendo. — ¿O prefieres que vayamos a un restaurante?

— Depende de como este la noche. — Dijo moviendo sus cejas de encima hacía abajo.

Reiron los dos de una forma pícara. Tal vez la llama que habían pensando que se había acabado había florecido de nuevo. Hablaron de algunas cuantas cosas de negocios y otras de experiencia mientras se daban algunos tragos de alcohol.

Jimmy pidió permiso y fue hasta el baño.  Enmanuel miró la hora en su teléfono y en ese momento sintió que alguien tocó su hombro. Era Alejandro.

— Oh. Alejandro. — Dijo levantándose para saludarle. —

— ¿Viste las flores que te  envié? Me he quedado preocupado por tí. — Dijo sujetándole los hombros.

— Lo siento, no he tenido tiempo para llamarte. — Dijo y miró hacía el baño cuando Jimmy salió. —

— Me lo imaginé. — Dijo.

— Buenas noches. — Comentó Jimmy sonriendo.

— Ah..buenas. — Dijo Alejandro.

Los dos miraron fijó a Enmanuel. Esperando algo más, pues ninguno de los dos se conocían, nada más allá que simples sospechas de uno sobre el otro.

— Ah...  Él es Alejandro, un conocido. Alejandro, él es mi esposo Jimmy. — Los dos se dieron la mano.

— Un gusto conocerte... Puedes tomar asiento. — Ofreció Jimmy. Y Enmanuel le dió una mirada asesina pero Alejandro decidió tomar asiento.

Para Enmanuel no estaba cómodo con la situación. Jimmy pidió una copa más con otra botella.

— ¿Como se conocieron? — Pregunto mientras le servía y le pasaba la copa.