8. Los muertos vuelven a revivir.

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La mañana había llegado, el olor a café se podía sentir por toda la casa. Ellos aún caminaban dentro del pequeño lugar, donde se habían decidido esconder.

La sirvienta bajó con dos tasas de café. Y las dejó encima de una pequeña mesita de noche.

— Papá aún no ha venido a vernos. — Comentó Johan mientras se cruzaba de brazos.

— Ha de estar resolviendo muchas cosas. — Dijo Luis mientras estaba acomodado en el sofá.

— Sí. — Dijo.

Pero en ese momento la puerta se pudo escuchar. Su padre había llegado, de inmediato se levantaron para verle, era obviamente que su rostro no signficaba felicidad.

Tomó asiento. Mientras ellos tres se sentaba frente a él esperando que podría decirle de los acontecimientos.

— ¿Qué ha pasado? — Preguntó Johan.

— Los hermanos Hollys vinieron a verme ayer. — Dijo y el ambiente de golpe fue incómodo. — Me di cuenta de que eran ellos luego de que estaban dentro de mi casa.

— ¿Cómo...? — Dijo Anthony.

— Fué la primera vez que los ví. — Miró fijamente a Johan. — Y me dijeron que iban a matarlos y que yo tarde o temprano los ayudaría a hacerlo.

— ¿Como dejaste que te dijeran esas cosas, papá? —  Comentó Johan levantándose enojado. — ¿Entraron a tú casa así por así?

— Si.

— ¿Y porqué diablos no le mataste? — Preguntó Luis.

— ¿Crees que iban a entrar a una casa rodeada de hombres sin armas, y sin tener ninguna seguridad? — Preguntó a los que sus hijos pensaron en lo que le había dicho. — Son hombres calculadores e inteligentes.

— ¿Qué le dijiste?

— Que obviamente no sabía dónde estaban pero no parecía creerlo. Pues quien mayormente habló conmigo era un hombre muy calculador y analiza todo... Luego se levantaron y se marcharon.

—Tal vez si sean peligrosos.

— ¿Tal vez? — Su padre se levantó del asiento para caminar dentro del lugar — Primero le destruyen un auto pero entonces luego violan a su hermana. Es una maldita desgraciada  pero es más que obvio que me tiene vigilado y es mejor que ustedes sigan aquí.

— Pero tampoco podemos dejar que te ande amenazando... — Comentó Anthony.

— Yo controlaré esta situación, ustedes no harán más que agravarla. Estos hombres no son chicos de barrio con cuales te peleaste una vez y luego no pasó nada. — Dijo. — Así que mejor me encargó yo.

— ¿Y que planeas hacer? — Dijo Johan.

— Buscar ayuda. — Dijo su padre colocando una sonrisa.

Abel:

Miré a Melany andar en la casa en vata aún. Se veía muy sexy de esa forma, en plena mañana. A veces quería olvidarme de todo y simplemente volver a nuestra casa..

— ¿Qué te pasa? — Dijo ella deteniéndose frente a mi.

— Necesito hablar contigo. — Dije y de inmediato tomó asiento a mi lado, en silencio. — Sobre lo del bebé...

— ¿Qué...?

— No quiero que tengamos un bebé ahora. — Dije y su rostro de inmediato cambió. — Oye, espera... No quiero decir que no lo quiero tener, sino no ahora. Al menos dos años...

¿Seguro Que Eres El Jefe? (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora