Capítulo 2: No eres así.

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15 de marzo del 2017, 9:30 de la noche

Lo vi de nuevo y cuando lo veía no podía quitarle los ojos de encima. Era bastante atractivo, desprendía una sensualidad que antes no habia podido ver. Me gustaba perderme el tamaño de sus ojos y en su lindo color. Le vi pedir un trago fuerte para él, parecía un bebedor experto, lo sabía por como sujetaba su trago.

Conversaba con otro hombre augustamente, mientras yo no hacía nada más que repetirme que necesitaba conseguir al menos su nombre, tal vez luego su número. Me levante del asiento luego de darme un trago decidido a ir por ello, caminé hasta ellos y tome asiento a su lado listo para interrumpir, pero no lo hice, le escuché hablar por un rato, disfrutando de su tono de voz hasta que finalmente su amigo se marchó y el pidió un trago más. Era mi momento.

Buenas noches —dije luego de tomar asiento a su lado, el clavó su mirada en mí y demonios, ahora que le veía de cerca me gustaba mucho más, sus labios rosas y delgado, acompañada con su nariz perfilada que le daba un toque de elegancia a ese peinado que llevaba con el pelo totalmente negro.

Buenas noches —respondió—

¿Puedo hacerte compañía? —Me miró con algo de desconfianza.

Bueno, puede sentarse donde desee, no soy el dueño del lugar.

Una manera sutil de rechazarme. Miré el anillo de su dedo, ¿Estaba casado o solo era por gusto?

Soy Alejandro Pineda, hace tiempo que te veo por aquí. —sonreí algo nervioso—tome el valor de acércame a ti esta noche y conocerte, con todo el respeto que te mereces, tampoco deseo molestar.

Estoy casado. —dijo levando su mano para mostrarme su anillo.

Si, eso puedo ver —volví a sonreír nervioso—pero no tiene que ser de la manera en la que crees, podemos conversar como amigos simplemente, me gusta conocer gente nueva, mayormente vengo aquí luego del trabajo.

¿Sí? Tambien vengo luego del trabajo, aunque antes no te habia visto, lo siento, soy algo distraído.

¿Puedo saber tu nombre?

Enmanuel Marte, un gusto Alejandro... —me clavó la mirada—lo lamento, no he tenido un buen día hoy.

Descuida, estamos aquí para relajarnos, ¿Vives cerca de la zona? —pregunté ignorando que aquel comentario pudo haber sido una manera de decirme que le dejara en paz.

No, pero me gusta venir aquí.

Yo trabajo cerca, tengo una compañía a dos calles. —el asintió­—¿Y tú qué?

Yo tambien... tengo una casa de acogida para niños de bajo recursos y enfermos cerca de aquí. —me dio una sonrisa un poco decaída o fingida más bien—estoy sumamente cansado, sí que necesito relajarme.

Me quedé mirándole fijamente cuando su celular sonó encima de la barra, no era mi intención mirar, pero pude ver el nombre de "My JM" en la pantalla. Podía asegurar que era su esposo o tal vez esposa por el corazón que iba a acompañado de tal nombre. Respondió la llamada de inmediato y pidiendo disculpas se levantó para ir hacia un lugar más privado, me fije en su linda silueta delgada, aunque atlética. Era justo de mi tipo.

El regresó a la barra para pagar la cuenta y finalmente despedirse. No pude quitarle la mirada de encima mientras él se dirigía hacia la salida, para luego montarse en su auto negro que se perdió rápidamente entre los dos demás, ni siquiera pude obtener su número.

Enmanuel:

Que extraña sensación con aquel tipo, todo habia sido algo inesperado gracias a Dios que Jimmy habia llamado diciendo que necesitaba de mi presencia en casa o no hubiese sabido como quitarme a este tipo de encima. Recosté mi cabeza del asiento mientras pensaba en el rostro de Jimmy, ¿Qué seria esta vez? Pensar que le habia suplicado tantas veces que finalmente desistiera del puesto de ser el jefe de la mafia negra y que lo habia hecho, ahora sentía que faltaba algo, o que se habia transformado de cierto modo. Los primeros dias pensé que era grandioso, pero ya no tanto, tal vez porque estaba acostumbrado al caos.

Llegué a casa y despedí al chofer para dirigirme rápidamente hacia el interior, ¿Dónde estaba el? Lo vi aparecer frente a mí con todo el pelo revuelto, aunque bien vestido. Nuestro personal de seguridad estaba muy limitado esa noche, asi que no sabía de qué iba esto.

Quisiera saber qué es lo que tramas esta vez... —le dije mientras el me colocaba una venda para cubrir mis ojos.

Luego me hizo soltar el maletín para colocar sus manos en mis hombros y guiarme a un lugar de la casa.

Ya que te quejabas de que no era tan afectivo, he hecho esto para ti. —me quitó la venda para dejarme ver una linda cena que habia preparado en la terraza con un toque romántico, había algunos pétalos de rosas al alrededor. Caminábamos hasta ella.

Gracias... —le dije tomando asiento—sí que te has esmerado con la cena, me has sorprendido.

Para que luego digas que soy un bueno para nada. —dijo tomando asiento para que ambos riéramos. Nuestra sirvienta se acercó para servir vino.

Moví el plato para ver una pasta suculenta, era lo que mejor se le daba en la cocina para ser sinceros. La probé para luego elogiarlo de sus habilidades, conversamos alguna que otra cosa, pero habia una pregunta que no dejaba de hacerme, asi que la hice.

¿Qué ha pasado con tu hermano? —le pregunté haciendo que dejara su copa a un lado.

Me ha contado que unos tipos han hecho un desastre con uno de sus autos y la casa, rompieron algunas ventanas lanzando piedras... le pregunté si deseaba que hiciera algo al respecto, pero dijo que no era necesario, prefiere continuar alejado de todo eso, que seguro son nuevos maleantes que intentan subir.

¿Y puedo saber de qué forma ibas a hacerte cargo? ¿Ibas a enviar a asesinar a esos tipos asi por asi? Pense que te habia dicho que debes de ser más tolerante, Jimmy.

Y lo he sido, considero que he cambiado lo suficiente para que estes comodo conmigo, de vez en cuando merezco darle una lección a cierta gente indecente ¿No crees?

Si que habia cambiado, al punto en que pensaba que no quedaba rastro del viejo Jimmy. Me preguntaba cómo podía decirle que le extrañaba el sometimiento en el que antes me tenía, que de momento deseaba sentir el metal frio de aquellas esposas en mi muñeca mientras hacíamos el amor, y aquellas palabras obscenas que solía decirme. Si, me hacía falta aquel sexo agresivo que antes no paraba de hacerme, pero... ¿Y si al abrir la boca causaba solo un caos? No entendía porque no podía ser claro con él.

Si, pero evitar es mejor que lamentar.... Así como ha evitado tu hermano.

Sabes que no me he vuelto a meter en problemas...

En ese momento su celular llamó su atención, lo tomo de encima de la mesa para llevárselo al oído rápidamente mientras que yo pensaba si contarle sobre el intento de coqueteo que habia tenido aquel hombre en el bar. Jimmy se levantó del asiento sin decir una palabra entonces caí en cuenta de que algo estaba mal, lo vi llevar su mano a la cabeza, se alejó para decir unas cuantas cosas que no pude entender, colgó la llamada para finalmente acercarse a mí.

¿Qué pasa? —le pregunté.

Tenemos que ir a casa de mis padres, prepara tus cosas.

¿Qué? Pero si ellos están en otro pais. —le dije y el me miró fijamente que me hizo sentir la piel helada, caminó rápidamente al interior de la casa.

¿Qué rayos habia sucedido?


¿Seguro Que Eres El Jefe? (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora