¿Seguro Que Eres El Jefe? (EDITANDO)

40. "KARMA ES KARMA".

Al siguiente día
ENMANUEL

Iría  a visitar a Jimmy a prisión. Me puse un nuevo perfume, me vestí decente. Quería que me viera bien.

Héctor esperaba por mí en la sala. Salí para encontrarme con él, de inmediato salimos hasta la camioneta y conducir hasta la prisión.

Entramos hasta la sala para esperar por él. Lo ví poner una sonrisa, su pelo estaba más largo al igual que la barba que se asomaba.

Tomó asiento luego de que le hayan quitado las esposas.

— Hola a los dos. — Dijo.

— Amor  mío. — dije tomándolo de la mano. — Estaba esperando verte.

— Yo también. — Respondió. — Estas hermoso, me gusta como el color de la camisa juega con tu piel. Te vas más contento.

— Lo estoy intentando  ¿y tu? Dime... ¿Nadie está loco por mi chico hay dentro? — Comenté sonriendo.

— Sí. Pero eres el único.— Besó mi mano. — Eres lo más bello que he tenido en mi vida.

— Tú también amor. — Comenté.

— Héctor — Dijo poniendo la mirada en él. — Gracias, lo has hecho muy bien. No sabes el soporte que has sido para mi aquí dentro. Siempre estaré en deuda contigo.

— No tienes que preocuparte. Para eso me pagas y a pesar de todo somos amigos. Tengo un mensaje que darte. — Dijo a lo que lo miré.

— ¿Qué? — Preguntó.

— Farina se ha comunicado conmigo. Ha dicho que ha estado intentando comunicarse contigo así que le dí el número de correspondencia de la cárcel pues ella me lo pidió. — Dijo mientras yo quería matarlo con la mirada. —  Y te envió a decir que a pesar de todo son amigos y que quisiera hablarte, saber como estabas. Ya sabes...

No dije nada.

— Bueno, que me escriba. — Respondió Jimmy y me dió una sonrisa. — No te enojes por eso Emmanuel... Estoy en prisión.

— thanks god! — Respondí.

Reímos.

— Hueles diferente. ¿Qué te has puesto? — Comentó.

— Lo notaste. — Dije sonriendo de forma coqueta a lo que Héctor se levantó de la mesa para retirarse. — Un nuevo perfume que compré.

— Estoy celoso de no estar contigo fuera. — Comentó. — Porque estaría abrazandote todo el día, cuidándote.

— Lo sé. yo también estaría mimandote. — Sonreí. — Te ves espectacular amor... ¿Como has ido hay dentro? ¿Algo ha pasado?

— Siempre van a pasar cosas pero, estoy enfocado de salir de aquí para regresar a nuestra casa. — Dijo. — Y tal vez... Tal vez... Adoptar  a un niño.

Sonreí de la felicidad. Intenté besarlo pero él oficial gritó que nos apartaramos.

— Te amo. — Dije.
— Esperame fuera amor. — Dijo.

JEISON

Mi esposa me había dado el aviso de que no podrá venir, una de mis hijas se encontraba enferma. Pero de todas formas estaba un poco desanimado, quería verla.

— ¡Romilio! — Gritó el policía a lo que lo miré. — Correspondencia.

¿Correspondencia?
Me levanté de donde estaba y caminé hasta allá. Tomé el papel de su mano, dije gracias y volví al asiento.