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Habían llegado después de aquella cena incomoda junto a sus amigos, novio y hermanos.

Jade llego directamente a su habitación, su cuerpo estaba muy a dolorido, quería descansar un rato, sus padres no estaban, ellos llegarían en una semana más Por lo que solamente seria Leo, Manuel y ella, la combinación perfecta.

Se acosto en su cama y en seguida tomo su celular, se puso a mandarle mensajes a dylan, mientras tanto tomo su pijama y se la colocó, tapo su cuerpo con una cobija y leyó con atención cada mensaje recibido, ambos no dejaban de pensar en lo que había pasado, y realmente ella no quería olvodarlo, el simple hecho de recordar los labios del chico recorrer su cuerpo hacia querer tenerlo en su habitación ya.

Después de una leve charla con él sobre el tema, dylan le marco pues quería hablar con ella a pesar de que hace aproximadamente una hora que no de veían, la llamada se baso en cosas cursis y una que otra risa, jade se quedo dormida a la mitad de la llama, lo que a dylan le dio gracia y ternura. Le dijo algunas cosas sabiendo que no podía escucharlo y finalizó la llama.

Leonardo entro a su habitación para ver que era lo que estaba haciendo pues la luz seguía encendida y ya era demasiado tarde, al verla dormida y con el celular en mano sonrio negando, le quito el celular poniéndolo aun lado, tomó las sabanas y la tapo bien, beso su frente y suspiro, después apago la luz de la habitación, acto seguido salió de esta cerrando con mucho cuidado la puerta, si la cerraba muy fuerte podía despertar a la chica y eso no quería, ella de mal humor era como una bestia, una adorable bestia que dañaba mucho.

𝕤𝕒𝕪 𝕝𝕠𝕧𝕖 『𝘋𝘺𝘭𝘢𝘯 𝘖'𝘣𝘳𝘪𝘦𝘯 & 𝘑𝘢𝘥𝘦 𝘗𝘪𝘤𝘰𝘯. 』 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora