Sorrrrrrrrrrrrrrrrrrpresaaaaaaaaaaaaaaaa!!! Miren quién se pasa por aquí.
Quería compensarlos por el tiempo que estuve desaparecida, y por todo el amor que le dieron al capítulo pasado en tan poco tiempo. Les prometo que ya mañana empiezo a contestar, estuve un tanto ocupada hoy. Y, por si tienen dudas, mañana también actualizaré, ya que es la actualización de viernes (técnicamente ya es viernes, pero no le prestemos atención). Espero que disfruten el capítulo sorpresa, que le llenen de comentarios como el anterior, y gracias por todo, en serio, no tengo forma de agradecerles todo el apoyo que me dan. Son sensacionales.
También, ya que estamos, quiero invitarlxs a leer la nueva historia que empecé a publicar ayer: "El insurrecto y sus mil disparates". Es una historia divertida, cuyo principal propósito es hacerte sonreír, y con un poco de suerte, reír. Es una historia de capítulos cortitos, ya tiene ocho, y mañana publicaré otra vez (publicaré todos los días, ya está completa y es mucho más sencillo de editar que esta, jajaja). Es para que se desestresen un poco.
Si deciden pasarse por ella se los agradecería mucho, ya que es mi primera historia corta.
Y bueno, ya vayan a leer, que para eso están aquí jajaja. Buenas noches, personitas del mundo 😘
Aún no había abierto los ojos y ya estaba sonriendo. ¿Por qué? Porque sentía la calidez de Jayden a mi alrededor, sus piernas enredadas con las mías, y, como hace unos días, lo sentía cerca otra vez. Y no me refiero a físicamente.
Sin poderlo detenerme eliminé la distancia que nos separaba y lo abracé con todas mis fuerzas, ocultando mi rostro en su pecho. Me encantaba estar así.
Como era de esperarse mi acción lo despertó, y, riendo ligeramente, me rodeó con sus brazos y me apretó a él.
Ahora sí estaba feliz.
—Jayden: Buenos días —susurró con la voz ronca, recién levantado.
—Vane: Buenos días —le susurré, mientras acariciaba la piel de mi mejilla con la de su pecho.
Se sentía tan bien.
—Jayden: ¿Cómo amaneciste?
En las nubes, pensé.
—Vane: Bien, ¿y tú?
—Jayden: También. —Después soltó un suspiro y se quedó en silencio. Lo imaginaba pensando, era uno de esos silencios.
—Vane: ¿Qué?
—Jayden: No es nada. —Me acarició la espalda con cariño—. Cosas sin sentido.
—Vane: ¿Cómo te sientes? —decidí dejar el otro tema de la lado. Intuía bien por dónde iba, aunque no me lo quisiera decir, y la verdad, no quería saber nada al respecto. Me dije que le daría una oportunidad a esto, que me esforzaría un poco más y, cuando fuera el momento, le hablaría de mis sentimientos. Mientras no me preocuparía de sabía que esto estaba mal—, ¿Qué tal va la fiebre?
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Un Matrimonio a la Fuerza
RomanceUn acepto puede cambiarlo todo. Subestimé el poder de esa palabra hasta que me tocó decirla... Dos veces. Creía que mi vida era bastante buena, se podría decir que incluso tenía suerte. Mis padres eran grandes empresarios, tenía buenos amigos, un fu...