Jungkook tenía un bebé.
Y aún así varias omegas querían con el.
Pero lamentablemente para el, no sentía lo mismo.
De no ser por Yugyeom, aquel Omega con olor a chocolate blanco.
Hay cosas que Seokjin no podía entender: La inmortalidad del cangrejo, porque no podía evitar sabrosearse a Namjoon, porque 63 entre 3 no se puede, y porque, cada que Jungkook estaba en celo, Taehyung no quería alejarse de el.
Le costaba demasiado adaptarse a lo horarios de Taehyung, dormía a las diez de la noche y despertaba a las 9 de la mañana. Cada que dormía tenía que abrazarlo y darle una playera de Jungkook mientras este estaba en celo, y, también, tenía que cantarle cada que se ponía triste.
Era más difícil que cuidar a Jungkook.
Porque al tener a Taehyung en brazos, se desconectaba del mundo, se sentía como un padre de nuevo, persona claro. Cuando escuchaba los gruñidos celosos de Namjoon le llevaban a dejar golpes en la cabeza del alfa.
Y ni hablar de cuando Taehyung se dormía.
Este siempre tenía abrazado su peluche de elefante, que, por obvias razones olía a Jungkook mientras, aparte tenía una cobija infestada con el olor de su padre, que hacía que se durmiera más rápido.
Y por si fuera poco, tenía que dejar que Yugyeom estuviera disculpándose cada dos por tres que le veía.
Como si Seokjin no supiera que es la pareja destinada de Jeongguk.
—Seokjin Hyung...— Yugyeom comenzó pero antes de poder terminar, Seokjin le puso un dedo en los labios.
—No te vuelvas a disculpar, porque si es para eso, por ahí está la puerta, y que yo recuerde... ¿Por qué no estás en el estudio?
—Porque Jungkook está en su celo han cancelado las sesiones y... Eso.
—Mmhm...— Seokjin tuvo que asentir, y al ver a Yoongi detrás de Yugyeom. Solo pudo sonreír—Los dejo solos...
—¿Yugyeom?— Yugyeom se volteó hacia la voz— Mira que yo pensaba que Jungkook era imbecil, pero tú....
—Yoongi...
—Ahg, mira, todos aquí nos hemos dado cuenta de que tu y Jungkook son pareja destinada, ¿no?.
—Si lo somos Yoongi pero... No es algo correcto, él tiene un hijo y yo...
—Callate, te juro que si es por eso, solo cállate. ¿Sabes cuánto tuvo que pasar él?— Desde que Yugyeom negó tuvo que controlar a su omega— Mira, pedazo de omega menso. Si son pareja destinada deberías haber estado con el de una vez, no tienes porque detenerte por Taehyung, el siempre estuvo muy de acuerdo en que te acercases a su papá, y mira que hacer que Taehyung acepte a un Omega es muy difícil.
—No entiendes, no quiero que Taehyung tenga que aceptarme forzadamente..
—¿No me has escuchado? Taehyung te acepto, y por si no lo sabías, ya fuiste aceptado por Taehyung y por el lobo te Jungkook— Se desesperaba cada vez que veía a Yugyeom negar con la cabeza—¡Por amor de dios, a Jungkook le brillan los ojos cada que te ve!.
—¡Pero no sé qué hacer! ¡Le quiero, apenas le conozco!
—¡Sus lobos se conocen desde hace años, por una mierda!— En ese instante, Min ya estaba a punto de sacar las garras— Sus lobos son destinados, idiota ustedes tienen que estar juntos. Y créeme que estoy a punto de enterrar te mis garras hasta el cuello. ¿Quieres saber, porque Jeon no te ha a apartado de Taehyung? ¡Porque el quiere que formes parte de esa familia, idiota!
Yugyeom se quedó en silencio, viendo a Yoongi, quien tenía los ojos rojos, su mirada estába acuosa he intentaba hacerle entrar en razón.
—¿Qué debo hacer, entonces?
—Ve con él, de seguro puedes encontrar la llave debajo de un tapete.
Yugyeom, algo cansado, le dio un abrazo y se fue de la casa. Yoongi en cambio, cayó de rodillas en cuanto escucho la puerta ser cerrada. Sus lágrimas caían en el suelo mientras intentaba hacer que su omega no gritara de dolor.
Porque Jungkook, su primer amor, había encontrado a su alma gemela.
Sonrió en medio de las lágrimas, intentado sentir felicidad por su amigo, porque él sabía que eso iba a pasar, el sabía que todo eso iba a suceder en algún momento, que su alfa iba a encontrar a su Omega y el no podría estar interesado más en el alfa.
Afortunado Omega.
Afortunado Omega que tuvo la suerte de quedarse con Jungkook, aquel alfa que él quería demasiado. Aquel alfa que era capaz de dar su vida por los que quería. El alfa que siempre tendría un lugar en su pequeño corazón.
Su corazón se oprimía cada vez que pensaba en la sonrisa de Jungkook dirigida a él, aquella sonrisa de conejito que le alegraba los días. Sabía que no podía seguir así, pero lo hizo. Siguió porque en ningún momento quiso dejar al alfa, siguió porque necesitaba estar a su lado, seguía solo por el.
Solo por poder tenerlo un poco más de tiempo junto a él. Para poder tenerlo junto a él abrazado. Porque no quería que Jungkook se alejara de el. Porque tenía miedo de que Jeon se cansará de el.
Porque no quería dejar ir a su primer amor.
—Perdón— Pedía Yoongi mientras se secaba las lágrimas
Seokjin, que estaba entrando a donde de encontraba, sonrió dolido mientras se arrodillaba frente a Yoongi, tomo sus mejillas con ambas manos y seco las lágrimas que resbalaban de las suaves mejillas. Seokjin le sonrió, mientras le ayudaba a ponerse de pie y lo abrazo, le abrazo mientras Yoongi volvía a romper en llanto.
—Lo siento tanto, Yoongi.
Yoongi no pudo hacer nada más que llorar.
Y aunque Jungkook intentara negarlo, el pudo sentir el dolor de Yoongi.
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