1. Cita a ciegas

1.5K 60 14
                                    


Lee Donghae estaba un poco mayor para citas a ciegas.

Pero lo había olvidado en un momento de locura y ahora se encontraba atrapado con la mujer que ocupaba el asiento del copiloto de su auto.

Zhou Tzu Yu, amiga de un amigo, a la que habían descrito como muy divertida y justo tu tipo, pero no había resultado ser así.

Durante la carísima cena en Anthony's, habían hecho un verdadero esfuerzo por entablar conversación y ahora se dirigían a un club a bailar porque sería un insulto llevarla a casa un viernes a las nueve de la noche. Dios.

¿Por qué habría hecho caso a su amigo?

Kyuhyun debería haberse dado cuenta de que era una locura emparejarlo con alguien como Tzuyu. Después de ser su capataz de obra durante cinco años y de haber pasado juntos varios domingos caminando por sus montañas preferidas, Kyuhyun debería haber sabido qué tipo de mujeres le gustaban a Donghae.

Quizá a su amigo no se le dieran bien esas cosas, o quizá ella le había insistido para que concertara aquella cita a ciegas. En cualquier caso, lo único que estaba claro era que aquello no estaba funcionando.

En ese momento, Tzuyu puso la mano sobre la radio del coche.

—Voy a poner un poco de música.

—Buena idea —así llenaría aquel incómodo silencio.

En cuanto Tzuyu apretó el botón, recordó la emisora en la que había dejado el dial... y recordó también lo que empezaba después de las noticias de las nueve todas las noches de lunes a viernes.

—¡Hola! Os habla Kate desde la KRZE y desde la ciudad de Tucson, donde abunda ese maravilloso símbolo fálico que es el cactus saguaro gigante. Hoy es viernes siete de octubre y esto es Hablemos de sexo.

La risa nerviosa de Tzuyu retumbó en el interior del coche.

—Vaya, no me había dado cuenta de que eran las nueve.

—Mejor ponemos un poco de música —sugirió Donghae, llevando la mano a la radio rápidamente.

—No, déjalo —le pidió ella—. Me gusta ese programa y hace tiempo que no lo escucho.

A Donghae también le gustaba y se había acostumbrado a escucharlo todos los días, se encontraba en su casa de la colina o en el coche.

La voz atrevida de la locutora lo adentraba en el mundo de los recuerdos y lo cierto era que el tema del que hablaba le interesaba bastante.

Incluso había pensado en pasar algún día por la emisora e invitarla a salir por los viejos tiempos. No lo apartaba mucho de su camino ahora que estaba construyendo una torre al lado de los estudios de la KRZE, que se encontraban en un pintoresco edificio de los años cuarenta.

Se le había ocurrido que podría dejarle una nota.

Seguramente la sorprendería recibir noticias suyas después de tanto tiempo.

Por supuesto cabía la posibilidad de que estuviera saliendo con alguien, pero merecía la pena intentarlo.

Pero entonces, antes de que él pudiera poner en práctica el plan de dejarle una nota haciendo alguna referencia al pasado, ella había empezado a lanzar ataques contra su proyecto.

Llevaba haciéndolo un par de semanas, incitando a los integrantes de Preservemos Nuestras Raíces que frenaban la construcción con piquetes y con los que Donghae seguía negociando.

El proyecto había levantado protestas desde el comienzo, sin embargo, después de que el ayuntamiento se decidiera en favor de la construcción, las voces de protesta habían ido desapareciendo.

about sex - donghaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora