about sex - donghae

55. Esposas

Kate estaba cumpliendo a rajatabla su plan de disfrutar de todo el sexo y de todos los orgasmos que Donghae quisiera regalarle.

Después de deshacerse en sus dedos en el vestíbulo del apartamento, Kate lo condujo hasta el dormitorio, donde se habían desnudado a toda prisa.

Ya estaban sus cuerpos entrelazados sobre la cama cuando Kate se dio cuenta de que aquélla era la primera vez que Donghae estaba en su dormitorio, que era su lugar más privado, adonde no solía invitar a muchos hombres.

La sensación de que al haberlo dejado entrar allí había perdido la poca protección que le quedaba contra él le hizo pedirle las esposas entre besos.

Necesitaba sentir que era ella la que controlaba la situación. Donghae trató de convencerla de que no necesitaba esposarlo, pues de todos modos haría lo que ella quisiera, pero ella insistió y él no pudo negarse.

Kate no aguantaba más la excitación. Con aquel hombre estaba haciendo realidad fantasías sobre las que tan sólo había hablado en el programa. Y en el fondo sabía que todo ello era gracias a que Donghae confiaba en ella ciegamente.

Era ella la que seguía desconfiando y jamás bajaba la guardia del todo para que él no le rompiera el corazón, pero lo cierto era que Donghae no le había dado motivo alguno para pensar que fuera a hacerlo.

Quizá había llegado el momento de dejar atrás todos esos miedos irracionales y considerar la idea de que quizá él la deseara tanto como ella a él.

Se apartó de él con un beso y fue hasta la bolsa que contenía las esposas. Las sacó con mano temblorosa, pues estaba a punto de dar un paso que la aterraba.

Volvió a la cama bajo la atenta mirada de Donghae y le tendió las esposas.

—Puedes ponérmelas si quieres.