Después de tres margaritas, Kate decidió tomarse un café y tratar de preparar el programa que tenía que hacer esa misma noche. Con el cambio de situación, no podía utilizar la idea que llevaba preparada, pues Edgecomb le había dejado muy claro que tenía que abandonar la campaña de acoso y derribo.
Una vez tuvo el programa preparado, podría haber aprovechado el tiempo para preparar los siguientes que le quedaban estando allí.
Eso habría sido lo más práctico, pero prefirió subirse al coche y comenzar a conducir sin rumbo fijo. No la sorprendió darse cuenta de que iba camino del pico Sentinel.
Como habían comprobado Donghae y ella el otro día, casi nadie subía allí durante el día, así que sería el sitio perfecto para estar sola. Tenía que aceptar la nueva realidad cuanto antes, desde luego, antes de que llegara la hora del programa.
Efectivamente, el lugar estaba desierto. Tuvo que admitir ante sí misma que por un momento había tenido la romántica idea de que quizá Donghae estuviera allí, esperando verla.
Parecía que últimamente había visto muchas películas románticas.
Además, ¿qué cambiaría si se veían allí?
Nada, seguirían en la misma situación.
Salió del coche y deambuló por allí con la mirada perdida en el suelo. Menos mal que no quería acabar con todo; sólo tendría que dar un pequeño salto y todos sus problemas habrían acabado.
Pero no, no quería acabar con todo. Le seguía gustando mucho su trabajo y seguía queriendo mucho a sus amigos. Desgraciadamente, también quería a Lee Donghae, que había resultado ser todo un cretino.
Debería haber sabido que era una locura volver a intentarlo con él.
Había vuelto a defraudarla en un momento importante de su vida. Había vuelto a estropearlo todo. Seguramente tuviera una explicación, igual que la había tenido en el baile de graduación.
Pero nada de lo que pudiera decirle ahora cambiaría las cosas. Claro que tampoco le había dado oportunidad de dar esa explicación y quizá debiera haberlo hecho.
¿Qué habría querido decirle cuando había aparecido en el bar?
Al preguntarle sobre el contrato de demolición había respondido con un «sí»; también había habido un «pero».
Lo había juzgado sin escuchar sus motivos, como él mismo le había echado en cara.
Podría haber insistido en que lo escuchara, pero eso no era propio de Donghae.
Era demasiado orgulloso.
Hacía trece años, también había querido darle una explicación y ella tampoco lo había escuchado por miedo a lo que pudiera decirle, por miedo a que le dijera que no la amaba.
Hoy había vuelto a sucederle lo mismo. Había tenido miedo de que le dijera que lo que ella sentía por la casa de su abuela no era tan importante para él.
Al fin y al cabo, iba a tirarla, ¿cómo podría explicar algo así?
Volvió al coche y condujo de vuelta a la emisora. Aunque sabía que era una estupidez, intentó ver la camioneta de Donghae durante todo el camino.
Por supuesto, no la vio. Sin duda había visto demasiadas películas románticas.

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about sex - donghae
FanfictionDonghae, un famoso arquitecto, se encontraba realizando el edificio más alto de la ciudad. Kate, es una sexologa que tenía su propio programa de radio en la misma ciudad. Donghae solía reírse con los comentarios que la locutora había empezado a dec...