47. Atrapado

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Cuando Donghae abrió los ojos, Kate ya no estaba allí. Se odió a sí mismo por haberse quedado dormido, pero después de tanta actividad, no había podido evitarlo. Habría querido prepararle el desayuno y hacer el amor con ella una vez más.

Pero al amanecer ya se había marchado.

Había dejado el pañuelo de seda a los pies de la cama y, sobre él, una nota: Donghae, gracias por hacérmelo pasar tan bien.

Kate.

Nada más. No decía nada de volver a verse. Al menos decía que lo había pasado bien, lo cual, para una mujer como ella, era bastante. Si lo había pasado tan bien, seguramente quisiera repetir.

Al levantarse de la cama, descubrió el picardías sobre la butaca. Él lo había comprado para regalárselo a ella, pero no se lo había dicho explícitamente, así que quizá Kate había pensado que no era más que un préstamo.

Como si fuera a dejar que se lo pusiera otra mujer. Bueno, al menos sería la excusa perfecta para volver a verla pronto. No la llamaría para que no pudiera rechazarlo, iría directamente a verla a la emisora esa misma noche y le diría que tenía que devolverle algo que le pertenecía.

Excelente idea.

Llegó al trabajo sin haber podido dejar de pensar en ella ni un instante, deseando que ella también quisiera algo más que sexo de aquella relación.

Ahora él ya estaba completamente seguro de que quería algo más, mucho más que sexo.

-

Nada más ver el gran número de manifestantes y las pancartas de Preservemos Nuestras Raíces, tuvo que volver a la realidad y preguntarse a sí mismo qué sentiría hacia Kate si conseguía parar la construcción del edificio, si gracias a su campaña, él perdía la oportunidad de completar aquel proyecto.

Algo así quedaría unido a la reputación de su compañía para siempre.

Pero si derrumbaban la sede de la KRZE y él seguía adelante con el proyecto, Kate jamás lo olvidaría. Desgraciadamente, si uno conseguía lo que quería, el otro sufriría. Resultaba increíble, pero cuando estaba en la cama con Kate, se olvidaba de todo aquello.

Pero Kyuhyun se lo hizo recordar de golpe: —Anoche escuché el programa de Kate para ver si habías conseguido convencerla de que abandonara la campaña de acoso y derribo de nuestro proyecto —le dijo su compañero y amigo nada más verlo.

Donghae se sintió inmediatamente culpable y no supo qué decirle a Kyuhyun.

Se encontraba entre la espada y la pared, entre lo que había acordado con Kate sobre su relación y la lealtad que les debía a sus empleados y a su trabajo como jefe del proyecto de construcción.

—Supongo que sobreestimé la influencia que tendría en ella —dijo por fin.

—Eso parece.

—Es muy testaruda.

—¿Qué está pasando, Donghae?

Donghae lo miró sorprendido. Su capataz nunca le había hablado en ese tono.

—¿A qué te refieres?

—Tú nunca te tomas tanto tiempo para comer como ayer, así que pensé que debías de haber conseguido algo. Después escuché el programa y, al ver que seguía con la misma estrategia, decidí ir a verte para comentarlo contigo. Pero vi que tenías compañía y no quise molestar.

—Sí, estaba con alguien —cada vez se sentía más culpable y le costaba más mirar a Gabe a los ojos.

—Era ella, ¿verdad?

—¿Por qué dices eso? —preguntó en un último y desesperado intento por escapar.

—No creo que haya mucha gente con la matrícula KRZ KTY.

Donghae cerró los ojos. Nunca se le había ocurrido pensar que el coche de Kate tuviera una matrícula personalizada, aunque podría haberle pedido que lo metiera en el garaje por si acaso. Estaba claro que no le daba bien ocultar cosas.

—Escucha, no te culpo por tener una aventura con ella —continuó diciendo Kyuhyun—. Hay que reconocer que es un bombón, pero no creo que sea el mejor momento.

—Tienes razón —admitió Donghae con tristeza—. ¿Se lo has contado a alguien?

—No. Y no voy a hacerlo.

—Gracias.

—Pero debo decirte que si se entera alguno de los chicos, vas a tener un buen conflicto moral. Todos odian lo que está haciendo esa mujer. Si se enteran de que te estás acostando con ella...

—A mí tampoco me gusta lo que está haciendo, pero... tiene sus motivos —Donghae no iba a justificar su comportamiento revelando el vínculo sentimental que unía a Kate con la casa de la KRZE.

—¡Eso espero!

Donghae, no trato de decirte lo que debes hacer, pero... tener una aventura con Kate no es precisamente la mejor idea que has tenido en tu vida, a menos que así puedas hacerla callar de algún modo.

Donghae sonrió desolado.

—Me temo que eso no es posible, amigo.

—Entonces ten cuidado. Ten mucho cuidado.

about sex - donghaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora