Capítulo 12

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        En serio, no podía creer lo que estaba viendo. ¿Cómo podía, un perro, perrear de esa manera? Había visto antes un vídeo de un perro haciendo tal cosa, pero nunca creí que fuera real. Booty era tan especial como su dueño. Lo mejor de todo lo que estaba sucediendo, era el oír la risa de Shawn a la vez que me enseñaba lo bien que sabía botar el culo. No pude evitarlo, pero eso me llevó a un lado más pervertido. ¡¿Qué, soy una adolescente?!

        – ¡Vaya! — Exclamé yo, aún atónita por la escena anterior. Ambos parecieron chocar los cinco y Shawn le dio una galletita.

        – ¿Te ha gustado, eh? — Me preguntó; demasiado orgulloso. Yo rodé los ojos mientras me quitaba la chaqueta. ¡Demonios, sí que hacía calor en aquella casa!

        – Ya veo que sí...te has tenido que quitar la chaqueta y todo —. Después de decir  eso, se empezó a reír y caminó hasta, la que suponía que era, su habitación. Yo me senté en el sofá a esperarlo, y en diez minutos regresó con una sudadera sobre su brazo izquierdo y la cartera en su mano derecha. Cuando lo vi, me levanté y ambos salimos de la casa. Montamos en su moto, para así, ir a algún lado, algún sitio. Con Shawn. El viento azotaba mi piel bruscamente, pero no me importaba. Iba escondida detrás de su espalda, resguardándome. Desde mis manos hasta mis codos estaba desprotegida, pero no podía quejarme menos, estaba bien tal y cómo estaba. La verdad, hacía un poco de frío y se me había olvidado volver a ponerme la chaqueta.

        – ¡Mierda! — Susurré para mí misma. Me la había olvidado en su casa, sin dicha iba a ser una larga y fría noche. O quizá, no.

        Llegamos a un restaurante que parecía demasiado caro. — ¿No es que los chico se elevan su ego pagándole la comida a una chica? ¡Pues ala, majo! ¡Te lo has ganado!  — Me reí para mí misma ante  mi último pensamiento.Bajamos de la moto y fuimos a la entrada. Yo me abrazaba para entrar en calor, aunque parecía no funcionar. Justo el día que se olvidaba la chaqueta, llega, y hace frío. El karma me estaba queriendo regañar por algo, pero, ¿Qué había hecho mal?

        – Mesa a nombre de Shawn Mendes —. Escuché decir a Shawn, hablando con el posible dependiente del lugar.

        – Bien —, dijo éste cogiendo dos menús y saliendo de detrás del mostrador —; quería una mesa de las de la ventana, ¿pero, no preferiría una mesa VIP?

        – ¿Qué? ¿Por… — Antes de que pudiera continuar, el hombre señaló detrás de nosotros, a la calle, y pudimos ver que había un grupo de niñas (seguramente fans), que lo buscaban desesperadamente. “ ¡Dicen que Shawn está por aquí!” Gritó una, uniéndose a las demás. “¡Sí, iba con una chica! ¡Seguro estarán ahí!” otra chica señaló al restaurante y ambos nos giramos rápidamente. Pero fue demasiado tarde. Y comenzaron a correr hacia nosotros —. Sí, creo que preferimos la VIP —. Se apresuró a decir Shawn.

        De pronto, unos guardias salieron de no sé dónde e impidieron el paso a las fans. Flashes llenaban el espacio, gritos por todos lados; éstos eran aún más desagradables que los de las fans que perseguían Shawn el día que lo conocí. Todas protestaban por no poder abrazar, besar...a su ídolo. No dejaban de gimotear.

Claridad - SMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora