Ha pasado una semana desde el domingo, lo que quiere decir que es domingo, de nuevo. Aún recuerdo sus palabras frescas en mi memoria, y dudo que alguna vez las pueda olvidar. Y es que así me ha empezado a pasar con todo lo que se refiere a Shawn. Cada palabra, cada gesto, su perfume, su calor…mi mente lo retiene como forma de torturarse. Ahora me encuentro en mi habitación, delante de mi ordenador escribiendo algún que otro verso. De vez en cuando me gusta escribir, para así liberar mi mente de las una y mil locuras que la ocupa. Es, también, una forma de desahogarse con el mundo sin que nadie acabe ofendido, puesto que puedes estar hablando de ellos sin que ellos lo sepan.
– ¿Vas a hablarme algún día? — me preguntó mi hermana; irrumpiendo en mi habitación como siempre hace. Giré sobre mí misma para así encararla; entrecerrando los ojos y cruzando ambos brazos sobre mi pecho —. Te estás comportando como una completa niñata.
Ni aún así me digné a contestar. Puede que eso fuera lo que estaba haciendo, pero no iba a dar mi brazo a torcer. Ella se movió incómodamente bajo mi mirada, apoyando su espalda en una de las jambas de la puerta. En ese momento comenzamos un duelo de miradas, como solíamos hacer cuando éramos pequeñas; esperando hasta que una de las dos cediera. Pero estaba segura de que en este caso no iba a ser yo.
– Ruth…— habló mi hermana; rindiéndose. Su voz tenía un ligero toque de cansancio —. Lo siento ¿vale? Sé que hice mal. Pero estabas con tus amigos, no estabas sola.
– Y tú estabas con tu culo gordo echada en el sillón, mientras, yo podría haber estado muriéndome —. Respondí enfadada y alegre a la vez. Había dicho la palabra que tanto le costaba decir.
– No seas exagerada. Si hubiera sido así habría estado allí la primera y lo sabes —. Se calló y bajó la mirada al suelo. Yo seguía con la mirada clavada en ella, observando cada movimiento, intentando averiguar qué iba a hacer después. Entonces, comenzó a caminar hacia mí y me abrazó —. Por favor, perdóname. Echo de menos a mi hermana pequeña.
No pude hacer nada por evitarlo, mis brazos se encaminaron solos a rodear su cuerpo. Yo también echaba de menos a mi hermana mayor, echaba de menos hablar con ella y pedirle consejo. Ella era mi mejor amiga también, y perderla por algo así era una tontería. Me levanté de la silla aún con mis brazos alrededor de ella, teniendo una mejor posición para abrazarla, y la apreté aún más contra mí.
– ¿Era tan difícil de decir? — le dije separándome un poco; con una sonrisa de oreja a oreja. Elizabeth negó y volvió a abrazarme. Sí, somos las dos muy melodramáticas.
Después de estar hablando un rato, contándonos las cosas que nos habían pasado a lo largo del tiempo que estuvimos sin hablar, volvía a estar sola en mi habitación. Escuchaba música tirada en la cama, mirando cómo las gotas resbalaban por mi ventana. Fuera hacía frío y los cristales estaban empañados. Quedaban tres semanas para ir a Nueva York al primer concierto de la gira internacional de Shawn. Esta semana había empezado a ensayar día a día, no teniendo tiempo casi para hablar. De vez en cuando, Gilinsky o Johnson me preguntaban si todo seguía adelante, sólo para entablar conversación.
Volví a pensar en el tour. Seis meses fuera, no pudiendo verlo ni un mísero día a la semana. Tampoco lo veía tanto, así que quizá no lo echaría tanto de menos. Aunque, viéndolo por otro lado, cada vez crece más la necesidad de tenerlo cerca y eso, en cierto modo, me da miedo porque sé lo que significa. No quiero volver a caer en ese juego, no quiero volver a sufrir. Él parece que siente lo mismo, parece ser diferente, pero no sé si quiero comprobarlo. El dolor de la anterior herida sigue apareciendo en mis pesadillas, dudo que alguna vez pueda olvidarlo. No quiero tener que volver a remendar un corazón lleno de costuras desbordadas.
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Claridad - SM
FanfictionA simple vista, Ruth es una adolescente normal y corriente. Después de una relación llena de engaños, pasa por su primera ruptura, lo cual ella piensa que es lo peor que le podía pasar a su pobre corazón. Pero luego pasan algunas cosas que la hacen...