Después de ir a todas las clases y que tocara el timbre anunciando el final del día, estaba de camino hacia mi coche junto a Cameron. Como vivíamos prácticamente cerca lo llevaba yo —. Recuérdame una vez más por qué tengo que llevarte si tienes coche —. Insistí girando mi cabeza para mirarlo a los ojos.
– Porque no tengo ganas de gastar dinero en gasoil —. Me dedicó una sonrisa, mostrándome todos sus dientes. Yo me reí por no llorar, bueno, más que una risa fue un suspiro.
– Ah, y yo sí. Porque claro, yo también fui un… ¿qué eras?
– Un viner —. Contestó con desgana.
– Pues eso, una viner famosa que ganó mucho dinero en sus tiempos mozos —. Le dediqué una mirada de odio y él se rió.
– Me llevas porque me quieres —. Dicho eso se encogió de hombros y me abrazó como si no hubiera un mañana. Yo, obviamente, le seguí el abrazo y negué con la cabeza. Este chico era un caso perdido. Continuamos caminando hacia el aparcamiento, con el brazo de Cam rodeando mi cintura. Había pensado en llamar a Shawn de camino a casa, pero dado que quería que fuera una sorpresa, que mi querido Cammy estuviera conmigo no era una buena idea.
Llegamos al coche, Cam se metió primero y luego yo. Como de costumbre, tiré el bolso al asiento de copiloto, esta vez cayendo en el regazo del moreno. Por supuesto, éste se quejó. Tampoco es que a mí me hubiera gustado que un bolso de al menos 4 kg cayera encima de mí cual peso muerto. Revolucioné el motor y salimos del aparcamiento. Él se había encargado de poner música, para hacer el camino más ameno. Íbamos cantando cada canción que ponían en la radio.
– Y esta semana, en el número uno, tenemos a un joven canadiense que está debutando alrededor del mundo —. No pude evitar sentirme orgullosa. Claramente, sabía de quién estaba hablando —. Shawn Mendes con su single Life of the Party. Y con esto nos despedimos hasta mañana. ¡Qué pasen un buen día! — Comenzó la canción una vez que el hombre dejó de hablar. Yo, olvidándome de que Cameron estaba a mi lado, comencé a cantar como si la vida me fuera en ello; bailaba como podía, aún así atendiendo a la carretera.
– Hoy no es mi día —. Murmuró Cameron. Creo que su intención no fue que lo escuchara, pero tendría que practicar más su susurro.
– ¿Por qué? — pregunté fingiendo que no sabía el porqué de sus palabras, cuando en realidad sabía que era por lo mismo que había hablado en la cafetería. Veía en sus ojos lo mucho que echaba de menos a su hermano.
– Hacía tiempo que no oía de Magcon, ¿sabes? — pausó por un segundo. Si quería que respondiera, fracasó, porque yo simplemente tragué saliva y esperé a que continuara —. Y ahora, comienzo una nueva vida, conozco nuevos amigos. Al principio era todo perfecto, mis amigos no me conocían por ser famoso, me conocían por ser el chico que estaba en sus clases. El mundo es un pañuelo, cuando menos te lo esperas, encuentras algo que te vuelve a conectar con tu pasado.
– ¿Qué? — pregunté frunciendo el ceño. Cameron parecía un filósofo divagando con sus propias locuras, hablando como si todo el mundo entendiera lo que decía con sólo decir la mitad. Él se rió y vi, difícilmente, cómo negaba con la cabeza.
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Claridad - SM
FanficA simple vista, Ruth es una adolescente normal y corriente. Después de una relación llena de engaños, pasa por su primera ruptura, lo cual ella piensa que es lo peor que le podía pasar a su pobre corazón. Pero luego pasan algunas cosas que la hacen...