Capítulo 11

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        Estábamos a lunes. Había hablado con Shawn por teléfono para así dejar en claro que quería volver a empezar.  Quedamos nuevamente el viernes, de ese modo no tendríamos problema con la hora de llegada. Por otro lado, hoy era la presentación de la coreografía, en la que, Cammyboo y yo, estuvimos trabajando toda la semana.

        – ¿Estás nerviosa? — Preguntó Cam. Estábamos haciendo los estiramientos previos a la prueba, al igual que todos.

        – Un poquito —. Confesé.

        – Nos va a salir genial, no te preocupes —. Me dedicó una sonrisa, mostrando su confianza. Lo envidiaba tanto por eso. Continué haciendo los ejercicios hasta que tuvimos que sentarnos en un lado de la clase para que las parejas comenzaran a bailar. Como habréis visto, hoy no tenemos clases normales, es un día especial para las pruebas de baile. Muchos decían que era algo normal, pero yo creía que seguramente habría un trasfondo: como un musical o algo parecido.

        – Caniff y Lawley, vuestro turno —. Abbey se levantó decidida, estaba preparada para darlo todo en la pista, y para ser sincera, tenía razones para estar tan segura. Había visto algunas partes de la coreografía, y decir que era perfecta, se quedaba corto. Ambos comenzaron a bailar. A simple vista, Taylor no parecía el tipo de chico que baila danza clásica, sin embargo, las apariencias no tienen nada que ver con la realidad. Su técnica era precisa y llena de sentimiento.

         Sentimiento. Eso era lo que tenía que expresar. En los últimos ensayos nos había ido bien, pero aunque me cueste decirlo, puede ser todo debido a que no dejaba de pensar en el miércoles, en cómo me había dejado llevar cual pluma vuela al son del viento.

        – Cammy —. Murmuré; haciendo que me hiciera caso —. ¿De verdad crees que lo haremos bien?

        – Por supuesto —. Asintió con la cabeza y luego, cuando la música terminó, se levantó y me cedió su mano para que me levantara con él. Era nuestro turno. Los nervios a flor de piel. Cameron aún sostenía mi mano, llevándome al centro de la clase. Vi al profesor, apoyado en la mesa, con su libreta en una mano y su bolígrafo en otra. Su mirada estaba sobre nosotros. Cam me abrazó por detrás, haciéndome dejar mi cabeza sobre su hombro. Y así, dio comienzo nuestro baile. La música sonaba, ambos bailando bajo su encanto. Me ponía más nerviosa cada segundo, sentía la mano de mi pareja pasar como si fueran agujas rasgando mi piel. Abrí los ojos, mirando las caras de todos nuestros compañeros. Parecían disfrutar. Algo que yo no hacía.

        Quedaban dos minutos de canción, Cam volvió a girarme, acercándome a él. Y susurró en mi oído: “Déjate llevar”. Algo se encendió dentro de mí, mis ojos se abrieron de par en par. Por un momento, su voz se pareció a la de Shawn, diciendo exactamente lo mismo que había dicho él. Me giré, haciendo el siguiente paso, mirándolo directamente a los ojos, pero…algo había cambiado: Cameron no estaba delante de mí, sus manos no sostenían las mías. Era Shawn. No pude hacer nada así que, sonreí. La música parecía sincronizarse con nosotros, no nosotros con ella, como pasaba cuando bailaba con Cam. Sus manos recorriendo cada centímetro de mi piel. Ambos comenzamos a improvisar. Alcé mi mano dejándola en su cara y el bajó la suya por mi espalda, mi cara rozó la suya, cerrando mis ojos ante su tacto. Después me hizo curvar la espalda hacia atrás, recorriendo con su mano mi torso. Y cuando menos lo pensé, la música paró. Los aplausos de la clase me despertaron de mi alucinación. Por primera vez me di cuenta de que había gente allí.

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