III

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Después de la visita de Will a la casa, me sentí un poco mal. Pensé sobre ese momento en la cocina y note que varias cosas las respondí muy a la defensiva, cosa que no era justo, todas las personas cambiamos, pero yo sentía como si ese recuerdo lindo de mi mejor amigo me lo hubieran quitado, ya no era el niño ingles dulce y educado con el que pasaba las vacaciones y nos enviábamos cartas, ahora parecía ser un adolescente ligón aprovechándose de su acento inglés para atraer chicas, pero luego recordé mis propias palabras no lo conocía y no podía juzgar quien era el en una noche.

Al pasar los días pensé en que quizás me lo podría encontrar en casa nuevamente, pero no paso, cuando estaba por cumplirse cuatros días, salí con Rosie a comprar ropa. La verdad no son cosas que me gustan hacer, pero Rosie insistió en que la acompañara y me hizo comprar algunas cosas que no me las pondría, incluso ni siquiera me las probé por lo mismo y mientras ella seguía me senté a esperarla afuera, mientras la esperaba Will se sentó a mi lado, hablamos un rato de cosas triviales y me disculpe por lo de ese día, me dijo que no había nada que perdonar ya que yo tenía razón, la verdad no quería hablar del tema y por suerte fui salvada por uno de sus amigos que vino a buscarlo. 

Los días restantes me lo encontré en el super mercado y hablamos un poco también, cosa que me dejo bastante tranquila.

Hoy Lily y yo haríamos maratón de películas de las princesas de Disney, ya que siempre las he amado y a medida que Lily fue creciendo, le fui dejando esa costumbre mía, hasta que la tomo por completo, así que me traje mi colección de películas originales de ellas ya que, si iba a vivir aquí por tanto tiempo, no podía dejarlas en Washington, preparamos palomitas y ese día que fui al súper compré los dulces necesarios.

− ¿Con cuál empezamos? −le pregunto a Lily mientras me acomodo en el sofá.

− ¿Te parece con La Bella Durmiente? −me enseña la película y asiento, ella la coloca y se sienta justo a mi lado.

Con el control de la televisión, me dispongo a seleccionar las opciones y antes de ponerla tocan el timbre, ambas nos miramos con fastidio y cuando me dispongo a levantarme a ver quién llamaba, mi tía sale de la cocina diciendo que ella lo haría, aun así, no ponemos la película porque sea quien sea, molestara y quizás no dejara prestar atención.

−Lily. −oigo la voz de una niña y veo como Lily se levanta de golpe de mi lado.

−Abby. −corre a los brazos de otra niña.

Una niña rubia de la misma estatura de mi prima, se separan sonrientes y mi prima me mira.

−Abigail Thomas no puedes entrar, así como así. −escucho la voz de Will y luego lo veo caminar hacia nosotras, me levanto de donde estaba sentada y acomodo mis gafas.

−Tranquilo Will, no la regañes. −escucho a mi tía y luego la veo entrar a la cocina.

−Abby ella es Alice. −me presenta Lily.

Abby camina hacia mí y me toma de la mano, por instinto me inclino para quedar a su altura, ella suelta mi mano, toma mis gafas y las quita de mi cara.

−Eres más bonita de lo que mi hermano me contó. −dice la niña y yo le sonrió.

Miro a Will y aparta su vista de la mía un tanto avergonzado, lo sé ya que cada que estaba avergonzado, por algo que hacía o decía repetía la misma acción, como la que está haciendo en estos momentos; mete las manos en sus bolsillos y vuelve a dirigirme la mirada, solo que ahora con las mejillas ligeramente enrojecidas.

En cuanto a la última vez que vi Abby tenía demasiados cachetes, aun los conserva, sus ojos son color miel, no tiene el color que sus dos hermanos mayores y su mamá, sino el de su papá y tiene su cabello muy largo, es una niña hermosa.

Por Un Beso Tuyo. (Hermanos Thomas #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora