Capítulo 5

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Llevaba días sin ver a Ethan.

Luego lo sucedido con su papá y hermana, él se había alejado de todo para solo centrarse en su familia. No podía quejarme porque él siempre ha sido de esa forma, sus espacios son solo suyos y tampoco le gustaba que se lo invadan si no se los permitía, soy su mejor amiga hace años conocía cada lado suyo y estos momentos aunque dolieran tenía que respetar sus decisiones.

Ethan muchas veces tenía estos momentos, necesitaba estar solo para entender y no reaccionar tan volátil como es de costumbre.

Lo conozco también bien que cuando todo esté en orden otra vez volveríamos hablar. Todavía no se había tocado el tema del beso, ese simple beso que cambió todo en nosotros aunque nos negamos a enfrentarlo.

Extraño a mi mejor amigo.

- Sexy enfermera - la voz de Dante me hace girar para solo mirarlo mal. Odio que me diga de esa forma y él sabe que no me gusta para nada.

- Dante - gruño molesta.

- ¿Creo que alguien le falta un poco de sexo? - bromea.

- ¡Dante! - me quejo avergonzada.

- Sonríe Beth, que la vida es única y hay que vivirla - exclama tan feliz que me toma entre sus brazos para hacernos girar.

- Estoy trabajando - digo riendo, él podía sacarme una sonrisa con sus estupideces.

Estaré eternamente agradecida a lo que Dante hizo por mi hijo, le salvó la vida.

- Esa es la Beth que me gusta ver - acota cuando me apoya nuevamente en el piso.

- Eres un caso perdido - afirmo recibiendo un abrazo de su parte.

- Mi abuela dice que todos los Salvatore somos un caso perdido - comenta divertido.

- Ella tiene mucha razón - aseguro asintiendo a las palabras de la señora Giulia.

- ¿Tomamos un chocolate caliente? - pregunta cargando su bolsa donde lleva el traje del capitán América que es el que usa día por medio para venir a entretener a los niños cuando están en su sesión de quimioterapia.

- Estoy trabajando - respondo suspirando. Amo mi trabajo pero hoy mi cabeza no me ayudaba en nada, soy como un robot que hace las cosas porque lo tiene registrado.

- Unos segundos, mira sacamos de la máquina aunque sea realmente asquerosa y nos sentamos hablar porque tu cara me indica que necesita un hombro o mejor dicho unas orejas que te escuchen - sentencia con total convicción.

- Unos segundos - digo guiando hasta el final del pasillo donde estaba la máquina de cafés, son asquerosos pero en verdad necesitaba hablar con alguien que sea totalmente sincero conmigo.

- ¿Cuándo le dirás a Ethan que lo amas? - automáticamente pregunta tomandome por sorpresa.

- Tú también lo sabes - musito.

- Todos lo sabemos, es obvio solo que el idiota de mi primo no se ha dado cuenta de ello - afirma mirándome a los ojos.

- No me mires de esa forma - le pido corriendo mi cara.

- ¿Cómo te miro? - inquiere con su ceño fruncido.

- Con pena - declaro.

- Espera Beth - toma mi mano entre las suyas. - No te miro con pena, de hecho eres una de las mujeres más jóvenes y fuerte que conozco. Sos un ejemplo de perseverancia porque a pesar de las trabas siempre estabas ahí lista para superarlo sin importar lo que costaran - me contesta dejandome sorprendida por sus lindas palabras.

Más que Amigos (10°SAI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora