Más que Amigos (10°SAI)

Capítulo 7.

Mi preocupación superaba límites.

En la cabeza lo único que pensaba era en que mañana es uno de los días más complicado o mejor dicho de mucha angustia. Nos tocaba los exámenes semestrales donde nos debíamos internar casi todo el día en el hospital dejando que a mi hijo le hagan una y mil pruebas.

Son las peores horas de mi vida.

Soy enfermera amo mi profesión y muchas veces soy la contención de los padres pero cuando se trata de Noah todo cambia, sufro el doble viendo como le sacan sangre a cada rato, nos movemos a todos lados haciendo tomografías y resonancias. Son las horas más largas de toda mi vida de total sufrimiento rogando que nada malo haya salido en los exámenes y mi hijo pueda seguir creciendo sanamente.

- Mamá - la voz de Noah me saca de mis preocupaciones.

- ¿Qué sucede cariño? - pregunto mirando a mi pequeño hijo que me observa con su ceño fruncido.

- Te estoy hablando y no me estás escuchando - reprocha sin dejar de fruncir su ceño.

- Lo siento - me disculpo cargando su vaso con jugo de naranja.

- Se que estás preocupada por mañana - comenta y me sorprende. - Yo estoy bien mamá y se que todo saldrá bien - agrega dándome fuerzas.

Mi niño es tan fuerte y estoy orgullosa de él.

- Te amo Noah - digo contenido mis ganas de llorar.

- Yo también te amo - contesta con una gran sonrisa y no tardo en nada abrazarlo con fuerza.

Mi cable a tierra es él.

Todo lo que soy es gracias a la fuerza que él me brinda y esa que no me hace caer ante nada.

- Invite a Sasha a jugar a casa - habla mi hijo tratando de ocultar su sonrisa.

- Y yo que pensaba que tú amor era tan puro pero era solo es por conveniencia - acoto divertida pasando mi mano por el cabello rubio de Noah.

- ¿Puede venir mi amigo? - pregunta juntando sus manos pidiendo por favor.

¿Cómo podía negarme a esa carita?

- ¿Acaso ya no lo habías invitado? - inquiero cruzada de brazos.

- Puede - contesta él mirando para otro lado.

- ¿Qué haré contigo, Noah? - consulto observando la sonrisa de mi hijo.

- ¡Gracias mamá! - grita saltando de su silla para abrazarme.

Mandé a Noah a limpiar su cuarto mientras yo me ponía acomodar un poco todos los juguetes que habia esparcidos por la sala hasta que el timbre me hizo dejar lo que estaba haciendo para abrir la puerta y llevarme una gran sorpresa.

- ¡Hola, hola! - exclama Helena entusiasmada.

- ¿Qué haces aquí? - pregunto sorprendida mientras me saluda.

- ¿Ethan no te dijo que Noah y Sasha son amigos? - inquiere marcando al pequeño niño de pelo castaño.

- Hola mamá de Noah - me saluda con una dulce voz.

- Hola Sasha - digo bajando hasta su altura para contemplar la mirada de ese pequeño niño.

- ¡Sasha! - grita mi hijo eufórico al ver a su amigo.

- ¡Noah! - exclama el niño y se abrazan como si no se hubieran visto hace días.

- Traje pastel de chocolate para nosotras - acota Helena marcando la bandeja que sostenía en una de sus manos.