Escucha bien amor lo que te digo
pues creo no habrá otra ocasión
para decirte que no me arrepiento
de haberte entregado el corazón.De qué me sirve la vida | Camila.
La mujer de piel tersa entró, analizando y observando detenidamente cada rincón de la casa de su hijo, como si buscara una imperfección entro todo aquel pulcro lugar.
Al entrar entrar la casa se encontró con el recibidor, una cómoda sala de tono grisáceo y paredes del mismo color, encontrando muebles de color chocolate y cojines blancos que hacían contraste.
Pudo encontrar una mesita en medio del lugar, una alfombra bastante cara que cubría el suelo y un candelabro bastante rústico que quedaba a la perfección, sin duda su hijo no tenía un tan mal gusto.
En el sofá mediano, encontró a la pequeña omega que se había encargado de cuidar a su hijo desde cachorro, acariciando su pequeño vientre, del cual ya estaba enterada y no podía esperar por conocer a la pequeña criatura dentro de esta.
—Tsuyu, mi amor, tanto tiempo —menciona, acercándose a esta para poder abrazarla, observando que la peliverde se levanta de su lugar para hacer una reverencia —. Oh, mi cielo, no debes tener esas formalidades conmigo, ¡eres como la hija que nunca tuve para mí! —reclama, atrayendo a la menor, quien era unos 20 centímetros más baja que esta, apretándola contra su pecho y besando su mejilla.
—Sigue tan bella como siempre, kero —alagó la mejor, analizando de arriba a abajo a la imponente alfa frente a ella, con una mano en su mentón y otra sobre su vientre.
Mitsuki sonrió emocionada, sus rubíes, idénticos a los de su hijo, brillaron cuando sus manos se posaron sin avisar sobre el vientre de la omega, acariciando el pequeño bulto con suavidad.
—¡Es magnifico! —exclamó —. Shouto-kun debe estar emocionado —dijo, separándose entonces de la peliverde, quien asintió sin cambiar tanto su expresión.
—Ambos esperamos con ansias, kero —responde con una leve sonrisa —. Dejaremos de molestar a Kacchan cuando el cachorro nazca —hizo énfasis en el apodo, escuchando, detrás de la mujer, al rubio gruñir mientras tronaba sus dientes de coraje.
Logró su cometido.
Luego de aquello, ambos siguieron caminando hasta llegar al gran comedor de Katsuki, puesto para ocho personas exactamente, en donde la mujer. con ayuda de su único honor, tomó asiento en la cabeza de éste, esperando a lo que seguía.
Mina, por seguridad de ella misma, se alejó de la cocina, subiendo con la excusa de tener que limpiar la biblioteca, la cual se encontraba totalmente limpia gracias a Izuku, pero aun así decidió hacerlo, sólo para evitar la situación tan incómoda que iba a vivir el pobre de Izuku.
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Amor y Guerra [•KatsuDeku•]
FanfictionHace muchos años, en dónde la magia y la realidad se combinan y las tierras se dividían en cuatro reinos, existían problemas que tenían a los Lord de cada punto cardinal bajo severas reglas, las cuales por nada del mundo debían romperse. Katsuki Bak...