Amor y Guerra [•KatsuDeku•]

• Capítulo 41 •

Kirishima, Shinsou y Yosetsu se encontraban ya en la base junto a los demás, los primeros tres encerrados completamente solos en la oficina del segundo, donde podía sentirse un gran estrés al haber enviado por fin el reporte completamente falso sobre lo acontecimiento hace apenas unas horas, repasando este por lo menos unas cinco veces antes de enviarlo, para así asegurar que no había fallas o que no llegaban a contradecirse ellos mismos al momento de narrar los hechos.

Era difícil, los tres lo supieron en el momento en que no pudieron decidir como acabar con aquello, escribiendo entonces lo rimero que se les vino a la cabeza y agradeciendo a la serena mente de Shinsou, ya que él pudo darle toques finales antes de que todo se fuera completamente a la mierda luego de uno que otro error casi imperceptible narrado en ese pergamino.

Todo estaba putamente tenso.

Estaban los tres en un silencio sepulcral cuando una beta de la muchedumbre llegó a llamarles, que de hecho buscaba sólo a Shinsou en ese momento, pero al encontrar al pelirrojo reunido, también le hizo un llamado. Yosetsu se unió a ellos por órdenes de Eijiro, ya que si algo salía mal, no iban a atarse la soga al cuello sólo ellos.

Al llegar a la oficina del mayor, lo primero que hicieron fue dar un hondo suspiro y darse una mirada entre ellos antes de entrar,encontrando a Katsuki completamente quieto y aparentemente tranquilo en su lugar, con sus dedos entrelazados y mirándolos con aquellos ojos que parecían soltar chispas al igual que las palmas de sus manos.

Las apariencias engañan, o por lo menos eso quedaba a la perfección con Katsuki, quien no podía traer nada bueno cada vez que parecía estar completamente relajado.

Él nunca se relaja.

—Me pueden explicar... ¿qué mierdas es esta porquería? —cuestiona con sus dientes rechinando de rabia pura, sujetando frente a ellos el pergamino que había sido entregado a él apenas puso un pie dentro del palacio, informando que era de vital urgencia debido a su contenido y que relataba los hechos del movimiento más reciente —. Dos soldados: Kozu y Minoru —gruñó, exigiendo una respuesta con urgencia, sintiendo quemar el papel entre sus manos debido al calor producido por sus propias palmas.

Yosetsu, que estaba detrás de Eijiro y Shinsou tragó duro, sintiendo aquella atmósfera tan pesada que no pasó desapercibida ni siquiera por él, debido a la presencia de tantos alfas que imponían respeto en un lugar tan cerrado y sin ninguno que quisiera dar tregua alguna.

¿Cómo rayos parecía no afectarle en nada a Eijiro o a Shinsou? Él apenas y podía sostenerle la mirada amenazante a Katsuki, quien pasaba analíticamente sus ojos sobre los tres, cuidando cualquier tipo de reacción errónea que le diera una pista de los que estaba pasando.

—Hace 2 días Mineta había escuchado rumores sobre una aldea a unas horas de aquí, al parecer se decía que Toga se encontraba en ese lugar —explicó al momento, comenzando a seguir el plan improvisado que habían elaborado junto con aquel reporte falso que habían entregado