El ambiente se sentía pesado en esos segundos, las dos personas presentes dentro de aquella habitación se encontraban en total silencio ante la presencia del alfa, quien en esos momentos no se percataba de su aroma, el cual comenzaba a delatar sus intenciones y hacía preocupar a varias personas más que rondaban por el lugar.
Lástima que todos sabían que no podrían meterse en aquello si no querían terminar muertos.
Y nadie deseaba dejar de ver la luz del sol, menos cuando se trataba de alguien como Yaoyorozu.
Camie, quien hasta hace algunos momentos había estado carcajeándose de la cara de poema que portaba la morena, había caído en un momento de terror al ver los ojos llenos de furia de su primo, maldiciendo en sus adentros el hecho de que no habría nadie que se metiera para parar la pelea, pues la única que lograba hacer aquello era su tía y en esos momentos no se encontraba presente en el palacio.
Apretó la mandíbula desesperada. Ahora si había metido la pata.
—¿Qué? —dijo la pelinegra con arrogancia —¿Acaso vienes hasta acá para defender a la escoria esa? —pregunta con sorna, haciendo un movimiento de manos dando a entender su dicha superioridad.
Ante sus palabras, Katsuki apretó la mandíbula enojado.
No lo sabía, no conocía la razón, pero el que estuvieran hablando así del renacuajo le carcomía en lo más oscuro de su coraje.
—No me vengas con idioteces, Katsuki —siguió —. ¡Un humano! —dice con ironía —. ¡Pero qué perfecto! Nuestro Lord se ha enamorado de un humano, ¿quién lo creería? —por un segundo, Momo para de hablar y se acercó a Katsuki lo suficiente como para sentir sus respiraciones mezclarse —. Teniéndome a mí, Katsuki Bakugou, te has ido por un pequeño omega de la raza de las cucarachas de la sociedad... Eres igual de puerco que tu jodido padre, pero por algo ambos comparten apellido —masculla con rabia.
Camie, al escuchar que esas palabras abre sus ojos como platos sorprendida y tapa su boca con ambas manos.
No podía creer que Momo se hubiera atrevido a nombrar de esa manera a su tío, quien se sabía que era una persona respetable aunque desagradable para Katsuki y todo por haberse revolcado con un humana y no matarla, teniendo como consecuencia a un bastardo hanyou que hasta ahora venía haciéndoles la vida imposible.
Todo youkai sabía de la existencia de esa mancha de orgullo para la prestigiosa sangre del reinado del Oeste, por lo que varios youkais llegaban a avergonzarse de los actos cometidos por el gran Masaru Bakugou, quien en su búsqueda de aquella profecía, donde su objetivo era acabar con ella y mantener ambos reinados en paz, terminó siendo seducido por la amabilidad de una hermosa princesa de un pequeño reino de humanos, razón por la que nueve meses después, terminó perdiendo la vida en una sangrienta batalla, donde se encargó de preservar la vida de su amada y su pequeño cachorro.
Eran pocas las veces que habían logrado cruzarse en caminos iguales, ocasiones en la que ambos comenzaban sangrientas batallas en donde no importaba nada más que ellos y la necesidad de destruirse el uno al otro.
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Amor y Guerra [•KatsuDeku•]
FanfictionHace muchos años, en dónde la magia y la realidad se combinan y las tierras se dividían en cuatro reinos, existían problemas que tenían a los Lord de cada punto cardinal bajo severas reglas, las cuales por nada del mundo debían romperse. Katsuki Bak...