Capítulo 5 - Parte 12

156 28 25
                                    

Lily: Yo creo que deberíamos revisar las actividades de los Monopad de todos, así podremos saber quién entró al baño de chicas.

Cami: Nos tomaría mucho tiempo, y ahora con la nueva regla que impuso Mononingen, ya no tenemos ese beneficio.

Lily: ¿Entonces qué hacemos?

Cami: Buscar más pistas. Por ejemplo, las marcas en sus brazos y cabeza que aparecían en el archivo Mononingen.

Meg: Cierto, tenía unas marcas de mano en sus muñecas y un golpe en la cabeza.

Joy: Es obvio que opuso resistencia, sinó, no tendría esos golpes.

Eak: Le voy a dar una buena golpiza apenas descubra quién le puso un dedo encima.

Spring: Pero, si tiene un golpe en la cabeza, ¿Eso no debió aturdirla?

Joy: ¡Estaba pensando lo mismo! Puede que el culpable la haya estado hundiendo con una mano y con la otra le haya sujetado los brazos.

Eak: ¿Eso no haría más difícil que una chica lo hiciese? Quiero decir, Usagi era fuerte.

Towntrap: Tal vez podríamos pensar en las personas que fueron ayer a las duchas. Y yo tengo una información.

Deuz: Dila entonces.

Towntrap: Cuando fuí a las duchas en la investigación, noté la ropa de varios en en canasto de ropa sucia.

Cami: Así que también revisaste ahí.

Towntrap: ¿Hay algo malo? —preguntó algo preocupado.

Cami: No, de hecho, está bien, con Fred la vimos también. Continúa con tu observación.

Towntrap: Bueno. El caso es que había cuatro prendas de ropa, las de Owynn, Deuz y Spring, además que... habían unos calzoncillos sobrantes que no supe de quién eran.

Puppet: Ah, eran míos.—dijo tranquilamente el titiritero.

Onnie: ¿A qué hora te bañas? Jamás me he topado contigo.

Puppet: Normalmente o es muy temprano, o muy tarde. Es que no me gusta compartir la ducha con otras personas.

Owynn: Muy sospechoso... además, ¿Por qué solo estaban tus calzoncillos?

Puppet: Porque yo lavo mi propia ropa, Mai también lo hacía. Así nos criaron en casa.

Joy: ¡Sí! Eso lo recuerdo bien, Mai alguna vez me lo contó.

Cami: Volviendo al tema principal. La ropa de Usagi se encontraba en la habitación que compartíamos, ya que siempre se va en toalla y ella suele bañarse muy tarde también. El caso es que en su ropa encontramos lo que podría ser una clave para hallar el culpable.

Meg: ¿Qué cosa?

Cami: Primero que nada, hubo algo similar al caso de Toddy, en que la evidencia se encontraba bajo suelo. En este caso, la urna que le fue robada a Mononingen se encontraba bajo una tabla de madera del pasillo. Cuando revisamos ésta, faltaban los secretos de tres personas.

Mononingen: ¡La encontraron! Genial, después del juicio, si es que sobreviven, me la devuelven.

Cami: Como decía... los secretos que faltaban eran de la misma Usagi Bon, de Owynn y Loon.

Loon: ¿E-eh? ¿El mío?

Owynn: ¿Nuestros secretos?

Cami: Los que fueron encontrados en la ropa de Usagi fueron los de ella y Loon. Mientras que el de Owynn estaba en su propia ropa del canasto.

Owynn: ¿Eh? ¿Cómo es eso? ¿Qu-qué es eso de que mi secreto estaba en mi ropa?

Cami: No tenía la forma de los que nos entregaron en primer lugar, estaba doblado como los que estaban en la urna.

Owynn: Jamás tomé el papel de la urna, al igual que todos ustedes me vengo a enterar recién que ella se la robó.

Loon: Owynn, ¿Lo que dices es cierto?

Owynn: ¡Por supuesto! ¿Por qué les mentiría?

Loon: Tal vez porque tu secreto es... bueno...

Meg: Loon, ¿Tú lo conoces?

Loon: Ah, sí, solo que es un tema delicado para Owynn.

Owynn: ... jamás mataría por un motivo como ese... menos mataría. Jamás. Jamás...—mientras decía eso, se podía escuchar como su voz se entrecortaba y bajaba en volumen, a la vez que sus manos empezaban a cubrir su rostro. ¿Qué le pasaba a ese semblante tan seguro de sí mismo que siempre tiene?

Deuz: Si es así, entonces dinos cuál era tu secreto desde un principio. El asesino sería alguien que lo quiso guardar para que nadie lo escuchara. Anda, dinos.

Owynn: E-es que...

Meg: ¿Quieres demostrar inocencia? Entonces cuéntalo.

Owynn estaba petrificado. Todas las miradas se enfocaban en él y podía ver el temor en su mirada. Su compañero también notó esto, acercándose a este lentamente.

Loon: O-Owynn... tranquilo, si quieres lo puedo decir por ti.

Owynn: N-no... Loon, tú...

No pudo ni terminar su frase y terminó cayendo de rodillas al suelo. Sus manos pasaron de la cara a su cabello, haciéndose como una bola. El japonés corrió desesperado a ayudarlo y al rubia quería descubrir que le pasaba, así que también se acercó.

Joy: ¡Se está hiperventilando!

Loon: Owynn, vas a estar bien... todo va a estar bien, tranquilo... —el pecoso pasó su mano por la espalda del nombrado, acariciando como pudo al que ahora se encontraba desesperado.

Eak: No ha dicho nada, ¿Ya le puedo partir su ma-?

Loon: ¡Tiene fobia social! ¡Ese es su secreto! —interrumpió algo enojado— por eso está actuando así. Lo estaban presionando, ahora está teniendo un ataque de ansiedad... Owynn, ven, te ayudo a levantarte...

Éste extendió su mano al pelimorado, quién se levantó del suelo para así los dos alejarse un poco del círculo de juicio.

Varios de los presentes quedaron confundidos con lo ahora ocurrido, pero más dudas se empezaron a generar en su cabeza. Pero claro, la parejita se había ido a un lado cerca del mío, por lo que podía escuchar las palabras que le decía el asiático a su amigo para tranquilizarlo.

Loon: Owynn, tranquilo, respiración profundo y bota...

Owynn: Sí, sí... si ya estoy bien...

Sus voces se oían despacio, pero por mi posición se escuchaban claramente.

Sin embargo, cierto robot en un trono interrumpió.

Mononingen: Awww, me encanta ver el compañerismo y lo preocupado que estás por él. Pareces conocerlo bastante bien. Sólo que hay un ligero problema.

Loon: ¿Cu-cuál problema?

Mononingen: Ese no es el verdadero secreto de Owynn.

FNAFHSDR: A Bloody High School BookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora