TREINTA Y CINCO

22 1 0
                                    

Miranda

Llevo esperando a que llegue Derek desde las ocho y temo porque no venga. Necesito explicarle todo lo que paso

(...)

Ya llego pero... No me deja hablar solo se formo un silencio incomodo

–Escapemos juntos –dije rompiendo el silencio que habían entre nosotros

–¿Estas loca?, a donde quiera que vallamos la sombra del pasado nos acechará– contesto con su ya tan conocido por todos pero por mi no tono frío

–El pasado jamas lo podre borrar y si pudiera te juro que lo haría, lamento todo lo que hice. Pero lo hice para mantenerte a salvo de toda la maldita mierda que me rodea. Mi cabeza tenia un precio muy alto pero el dolor que me causaría perderte seria peor que la muerte. Así que cariño, escapemos de todo. Vivamos la vida que habíamos planeado, vivamos ese sueño que veíamos tan lejano. Regresa a mi, eres mi alma gemela y sin ti, sinceramente no podre vivir.– No me había dado cuenta que mientras caía la lluvia que había amenazado con caer desde la tarde pero junto a ella caían lágrimas mías

La noche era fría pero no se compara con la mirada tan gélida de Derek, esa persona no era mi Derek. De cierta forma yo lo convertí en lo que es, quise alejarlo de mi mundo pero acabe arrastrándolo al infierno, el infierno de Miranda, Miranda Wolf

–Miranda no me vengas con cuentos banales. Ambos sabemos que juntos no podemos estar, al menos ya no. Te en cargaste de destruirme, de hacerme mierda. Me hiciste sentirme en las nubes al conocernos, algo en ti me hacia sentirme bien, enamorado. Si es que le puedo llamar así, pero cuando me confesaste lo que en verdad eras el royo de almas gemelas. Creí que me “amabas”.– hizo comillas con los dedos – pero solo necesitabas a tu proveedor de alimento, todo lo que dijiste sentir por mi lo mandaste al carajo cuando te fuiste ¿Sabes cuantos días te busque y espere por una señal de vida?– un fuerte estruendo hizo que alzara la cabeza y que hiciera contacto visual con él, sus mejillas estaban empapadas por las lágrimas

–Perdón, enserio. Creí que así te protegería de ellos .– volví a agachar la mirada. El era mi fuerza pero a la vez mi única debilidad.

–Pues te equivocaste, pase noches en vela pensando en que había echo mal. Pase días sin dormir, pase días preocupado por ti aunque no lo merecieras, pase días esperando tu regreso, pero  Diabla ¿Donde estaba?, o si claro, estaba “protegiendome”. Miafue la única que estuvo conmigo, me ayudo a salir a adelante cuando caí en el alcohol por tratar de olvidarte, que hasta me atrevo a decir que me estoy enamorando de ella, ella es lo que nunca serás, puede que seas inmortal pero así como creí que los seres sobrenaturales no existían eso pienso de tu jodido amor.– me alzo la voz en la ultima frase, pero simplemente me quede callada –puede que yo sea tu alma gemela, pero yo no siento nada por ti. No puedes obligarme a quererte de vuelta. – dejo de gritar para clavar su mirada en mi

–No, no te pues obligar y lo mas lógico que puedo hacer es irme – dije dándome la vuelta ya para que le decía que teníamos una hija juntos. El no la iba a aceptar, ni siquiera me dejo explicarle bien, solo se enfoco en él

Esperaba que él me gritara que no me fuera, que se arrepintiera de lo dicho. Esperaba inmensamente que todo fuera un jodido sueño y despertar entre sus brazos como ya me había acostumbrado. Pero el tenia razón, toda la maldita razón. Yo lo aleje, debí quedarme a su lado, a luchar por lo nuestro. Fui una cobarde al irme y pelear lejos. El no es inmortal el no siente la conección de alma que yo siento con él. O quizás si la siente. Pero con ella mas no conmigo. El día que lo conocí pude ver a mi verdugo, a mi verdadero diablo y amor eterno y no me equivoque, me mato con sus palabras, me arrastro al infierno del recuerdo donde me esperaba un dolor inimaginable por toda la eternidad, mi amor eterno porque a pesar de todo en eso se convirtió. Mi amor verdadero.

Lo mas sensato que puedo hacer es alejarme. Dejarlo ser feliz aunque su felicidad ya no este conmigo.

Hoy le digo adiós a Derek Black el chico que por una jugada del destino estuvo en el parque jugando con su hermana cuando fui a tomarme fotografías con Lex y con mi hermana, le digo adiós a Black, al chico al que le gane en una batalla de rap. Le digo adiós al chico que se metió en mi mente, en mi muerto corazón, en cada célula de mi ser. Le digo adiós a la persona que de verdad ame y que me hizo sentir viva después de mucho tiempo

I N F I E R N ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora