TREINTA Y TRES

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Miranda

–Lo prometido es deuda, ya tienes poder y respeto en España, Italia, tratos con Japón, armas de Dubai estas listo para renacer y hacer crece  a tu clan y a tu cartel de narcos en México después de todo ya tienes de aliados a muchos en el viejo continente – le dije mientras me hacia una coleta alta para la gran cena familiar, presentarlo oficialmente cono mi prometido

Ya en la cena, todos reunido mi abuela, Brent, su novia, los lobos mas importantes de las manadas de este continente, los mafiosos mas grandes estaban presentes. Todos felices de que yo me iba a casar pues todos me querían y respetaban pero no les terminaba de gusta mi prometido.

–Estamos aquí todos reunidos en este día para anunciar oficialmente mi compromiso con Elías – dije llamando la atención de los presentes.

–Estoy dispuesto a darlo todo por la manada, la mafia y por ti mi amor. – dijo Elías. Sus palabras me causaron gran repulsión.

Ya habían pasado tres meses de soportar a este idiota y todos creían que estaba embarazada de él pero pues en realidad no es así. Me pare de mi asiento y camine hasta detrás Elías.

–Es bien sabido que debemos respetar nuestras tradiciones sin importar que o quien. Debemos de seguir con los tratados de honor y seguirlos al pie de la letra, respetar manadas que nos han tendido la mano, respetar vidas inocentes  sin importar que ser sobrenatural sean. Son vidas y todas valen por igual, nadie es mas ni menos– seguí diciendo mientras miraba la cara de confusión de los presentes, presione un botón y la silla donde Elías estaba sentado lo aprisiono, sujetándole las manos con grilletes de oro puro

–¿Que es esto, Miranda?– me dijo Elías

–¿Estas loca? Es tu mate– me grito mi abuela

–Este ser despreciable no es mi mate, solo es un maldito vampiro que jugo conmigo que ha intentado matar a mi mate en varias ovaciones incluso a su familia, se paso el tratado de respetar a inocentes por el culo, respetar a las manadas también le valió madre. Me separo de mi gran amor y es momento de pagar – sin más saque una daga de oro y corte su garganta

–Y pensar que todo era monótono en esta casa, ¿Donde te pondré tu altar colibrí? Sigues tendiendo los pantalones bien puestos querida.– dijo Brent

–Si tus motivos son ciertos, merecía morir–dijo mí abuela

–El verdadero alpha de la manada luna sangrienta es Derek Black, mi mate y padre de mi hijo– les dije a todos pero sin mas. Empecé a ver todo borroso y a escuchar las voces lejanas para después solo ver obscuridad total.

Derek

Estaba en el cine con mi novia Mía y de pronto sentí una opresión en el pecho, como si algo malo estuviera pasando

–¿Estas bien?– me dijo Mía

–Si, solo me dolió el pecho un poco pero todo bien– le trate de sonreír pero solo salió una mueca

–Vamonos a tu casa para que descanses y estés mejor– me tomo de la mano y salimos del cine en dirección a mi casa

Ella trata de llenar el espacio de Miranda pero aunque lo intente y lo intente ella no podrá, no se si solo me hago daño solo o en realidad me podre enamorar de ella al cien por ciento. Cuando la beso, pienso en Miranda, cuando la abrazo pienso en mi lobita en mi gran amor.

Quisiera al menos tener un maldito lugar donde ir le a llorar, un lugar donde llevarle flores, unos tulipanes morados sus favoritos cada viernes. Saber que descansa ahí y no que no se donde esta.

Miranda

–Estoy bien abuela– le dije

–¿Segura?– me insistió mas

I N F I E R N ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora