17.

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Mi celebración de Año Nuevo había terminado. Lo pasé junto a mis amigos pero ya era momento de regresar a casa. Llegué cerrando la puerta correctamente ya que mis padres fueron a festejar a casa de mi tía y se quedarían allá durante algunos días.

Coloqué mi pijama para recostarme en mi cama. Por más que trataba dormir no lograba conciliar el sueño.
Me movía de un lado a otro pero nada surgía efecto. Unos golpes provenientes de mi ventana me hicieron exaltarme. Algunas piedras chocaban contra esta. Me levante u recorrí un poco la cortina para ver de qué se trataba.
Me llevé una gran sorpresa al encontrarme a Hyunjin siendo el que golpeaba.

—¿Qué haces aquí? —Le grité asomándome por la ventana.

—Vine a verte —Se escuchaba ebrio su voz era inestable.

—¿Bebiste? —Le miré incrédula.

—Para nada —Se balanceó sosteniéndose del tronco que estaba a su costado.

—Vete a casa, es tarde.

—No me iré quiero estar contigo —Gritó cerrando los ojos.

—¡Baja la voz! —Los vecinos se despertarían por su escándalo.

Bajé con el fin de tranquilizarlo e enviarle a casa pero desde el primer momento en que me vió corrió a abrazarme. Lo llevé dentro por el bien de toda la colonia.

—Hyunjin debes irte —Traté de quitármelo de encima pero el me abrazó con más fuerza. A pesar de estar ebrio seguía manteniendo su fuerza.

—No me iré, te quiero a ti. Quiero quedarme contigo —Con los ojos cerrados hizo un puchero. Se miraba muy tierno su cabello estaba desordenado y con trabajos podía con su vida.

—¿Cómo llegaste acá? —Pregunté.

—Caminé desde la casa de Jisoo —Abrí los ojos a tope. Ella es su prima quien vive hasta él otro lado de la ciudad. Miré hacia abajo encontrándome con sangre en su calcetín.

Lo hicé que se apoyara en mi para subirlo a mi habitación. Subía despacio con miedo caer los dos por las escaleras.

Lo senté en el borde de mi cama para después sacar sus vans. Su calcetín estaba mojado en sangre por la parte de atrás de su talón y en la altura de sus dedos. Subí la vista para encontrarme con un raspón en la rodilla. Su pantalón era rasgado permitiendo ver más a profundidad su herida. Si era verdad lo que había dicho solo a él se le ocurría caminar más de 10 km en esta condición.

Saqué su calcetín notando su mueca de dolor. Tomé en botiquín y desinfecté sus heridas, limpié con sumo cuidado e unte ungüento para después pegarle los únicos curitas rosas con pollitos amarillos que tenía a mi alcancé.

Terminé con sus pies para seguir con sus rodillas y por última la palma de su mano derecha donde tenía un gran raspón. ¿A caso se había caído?.
Guarde las cosas en mi maletín entrando al baño para tirar la basura y poner todo en su lugar.

La luz de mi cuarto se encontraba apagada y este estaba de pie en la ventana.

—¿Qué haces?.

—Miro lo hermosa que es la luna —Sonrió abrazándose a sí mismo.

—¿Te gusta mucho la luna? —Él asintió.

—Me recuerda a ti —Se giró para sonreírme mostrando sus dientes, tambaleándose me abrazó por la cintura.

—¿A mi?.

—Siempre que la veo me recuerda lo hermosa que eres —Dejó un beso detrás de mi cuello. —Pero también me recuerda lo inalcanzable que estas para mi —Me giré sin dejar que soltara mi cintura ahora estábamos a frente y podía ver su rostro iluminado por la tenue luz de la luna.

Toxicity; Hwang Hyunjin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora