26.

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Salí de su casa sin mirar atrás. Me dediqué a divagar por la ciudad con una maleta en mano durante todo el día. Llegué hasta lugares que debí llegar ocasionado solo hacerme más daño. Lloré por los rincones hasta quedarme seca. Mis ojos estaban demasiado hinchados y mi mirada se perdía en el piso observando mis pasos. La noche estaba cayendo y no había atendido mi celular durante todo el día, necesitaba tiempo para auto reconstruirme, tiempo para mi.

Caminaba por una calle de escasa luz siendo cegada por las luces altas de una camioneta. Esta me pasó y de un rechinado metió reversa para quedar a mi altura dejándome totalmente paralizada. Aún con la camioneta en marcha y las luces prendidas un chico se bajó de ella corriendo hacía mi.

—Diablos Eunji —Corrió Jisung para abrazarme y apretarme fuerte cosa que agradecí. Realmente lo necesitaba. —Estaba a punto de volverme loco por no saber de ti. Recorrí cada rincón durante todo el día, creí que algo malo te había pasado, creí que te había perdido —Habló entre sollozos. Él estaba llorando.

—Perdoname Sunggie —Le abracé con mayor fuerza, me sentía culpable de que él estuviera llorando en este momento.

—¿Donde te metiste? —Sorbió su nariz.

—Tuve que tomar un tiempo —Contesté en un hilo de voz. —Por favor llévame a casa.

—Vamos sube te llevare a tu casa —Tomó mi mano para dirigirme a la puerta del copiloto.

—No quiero ir a mi casa. Quiero ir a la tuya, quiero irme contigo Sunggie —Supliqué al mismo tiempo subía a la camioneta. Jisung tomó mi maleta y la metió en la cajuela para después ingresar al vehículo.

Echo a andar su camioneta Volkswagen. Recorríamos las rutas sin decir ni una sol palabra, solo sentía su mano moverse en mi rodilla dejando incidentes caricias, demostrándome que él estaba junto a mi.

Llegamos hasta su casa. El iba delante de mi abriendo las puertas. Era muy grande y linda. Tenía un jardín muy espacioso y una alberca al fondo.

—Sube a mi habitación —Me indicó.

—¿No están tus padres? —Pregunté.

—Vivo solo —Contestó serio sin llegar a sonar cortante o molesto. Evite seguir haciendo preguntes e hice lo que me indicó.

Por casualidad encontré su habitación a la primera, sabía que era él ya que había retratos y esa adorable ardilla de peluche que llevaba a la cafetería cuando era un niño. Me senté en su cama tomando la ardilla entre mis brazos para abrazarle. Estaba igual que cuando me encontré, no mostraba emociones. Minutos después Jisung entró con dos tazas y un ungüento.

—Es té. También te traje crema de lavanda, te ayudará a tranquilizarte —Sonrió entregándome entre mis manos él té caliente a la vez que aplicaba el ungüento en las comisuras de mi frente.

—Muchas gracias –Recibí una sonrisa como respuesta. Jisung tomó la otra taza y le bebió al igual que yo.

—¿Por qué adelantaste el viaje a Japón? —Dejó de beber para mirarme.

—Necesito despejarme —No quería verle a los ojos.

—Es Hyunjin ¿Verdad? —Asentí sin decir ni una sola palabra. —Lo siento Eunji —Me abrazó haciéndome volver a derramar lágrimas.

—Creo que desde un principio tuve que imaginar que todo terminaría mal —Mi voz estaba muy ronca y quebrada. —Estuve esperándolo y el no llegó. Preparé todo para él y nuevamente nisiquiera se dignó en contestarme —Sollocé. —¿Por qué jugó conmigo?.

—Me duele verte así. Perdóname es mi culpa —Se recriminó.

—Tú no tienes nada que ver en esto Sunggie —Me giré a mirarle con él ceño fruncido.

Toxicity; Hwang Hyunjin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora