—Hoy te ves hermosa —Llegó Hyunjin sentados al lado mío. Dejó su mochila botada en el piso para después acercar mi silla más a él.
—Gracias —A decir verdad comenzaba a acostumbrarme a sus alagos. —Tu no te quedas atrás, ¿Alguna vez te han dicho lo bien que te ves con esa camisa? —Y él comenzaba a tomar parte de los míos.
—Lo sé hermosa. Estoy seguro que te pone el verme con ella —Me hizo reír de inmediato, su ego era increíblemente grande.
—¿Qué harás por la tarde? —Me tomó de la mano en medio del aula.
—¿No te incomoda que nos vean así? —Entrelazo nuestros dedos como lo hacían esas parejas de verdad.
—Por que debería de estarlo, eres mi novia recuerda —Lo último lo susurró en mi oído. Su voz resonaba en mi cabeza tratando de convencerme en tratarlo como tal.
—Muy bien novio —Acaricié su mejilla siguiendo su juego. —No tengo nada que hacer por la tarde, ¿A donde piensas invitarme.
—No habrá nadie en casa, podemos divertirnos un poco —Uno de sus dedos subía y bajaba por mi brazo. Su voz era más ronca de lo normal.
—Wow ¿Tan rápido vamos?, si solo llevamos un mes como novios.
—Hermosa no es necesario llevarte a mi casa para hacer todo lo qué pasó por tu mente, si yo quisiera tocarte lo abría hecho hasta aquí mismo —Lo último llegó a ofenderme. ¿A que no quiere tocarme? En su casa se arrepentiría de sus palabras.
—Esta bien, acepto ir a tu casa —Lo miré sonriendo, ocultando mis verdaderas intenciones. Me sonrió sin saber que tomaría parte de este juego.
Al salir de clase nos fuimos directo a su casa. Avisé en casa que llegaría algo tarde, según yo por trabajo en equipo por qué de ninguna manera podían enterarse de Hyunjin.
Al llegar quede totalmente perpleja, su casa era enorme. Una cochera con capacidad de hasta tres autos, una gran entrada nos conducía a la sala principal muy bien decorada. Miraba a todos lados y quedaba maravillada por tan buenos y lujosos gustos.
—Mamá escogió la decoración —Aventó su mochila sobre algún sillón. Había notado que me perdí mirando esta habitación. —Sígueme —Comenzó a subir escaleras arriba.
Abrió la puerta de uno de lo cuartos indicándome entrar en el, detrás de mi cerró la puerta. Todo era muy bonito, paredes blancas con decoración digna de una habitación de chico y una enorme cama al centro.
—¿Tu mamá está bien con que yo esté aquí? —Pregunté dejando mi mochila sobre el suelo.
—Te lo he dicho, por ella no te preocupes —Se tensó. —No creo que le importé no serías la primera —Se encogió de hombros.
—Es un honor ser tu invitada 500, gracias —Hablé sarcástica. El reía como si hubiera contado un chiste.
—Siéntate donde quieras, voy al baño —Desapareció por una de las puertas dentro de su habitación. Mientras lo esperaba observé todo a mi alrededor hasta toparme con un objeto que atrapó mi curiosidad.
En la esquina se encontraba un hermoso violín color chocolate recargado a la pared.
Estuve a punto de tomarlo cuando Hyunjin estuvo de vuelta sorprendiéndome.—¿Qué haces?.
—Solo mirando.
—Encontraste el violín, ¿Verdad? —Camino hasta donde me encontraba haciendo explotar toda mi nube de curiosidades.
—Si. ¿Es tuyo?, es muy bonito —Gimió asintiendo con la cabeza. Lo tomó del piso y lo colocó sobre su cama.
—No es la gran cosa —Se encogió de hombros. Se sentía tenso el ambiente, como si hablar de él le incomodara. —Ayer fui a una presentación.
—Yo se que lo hiciste fenomenal.
Hablé animada a ver si así lograba calentar el ambiente. No mentía, toda persona que sabe tocar un instrumento es fenomenal con el simple hecho de hacerlo.
—No toqué —Se sentó en la orilla de la cama. —Solo estuve en backstage.
—¿Por que no lo hiciste?.
—No soy lo suficientemente bueno para ello —Su mirada cambió a una llena de emociones.
—Apuesto a que lo eres —Sonreí deslizando mi mano por su espalda.
Se paró y tomó el violín en manos. La melodía de "River flowers in you" comenzó a ser compuesta por este instrumento. El ser originalmente una melodía de piano y ahora ser tocada en violín era una experiencia mágica.
Sus dedos se movían con delicadeza a través de las cuerdas, sujetando el arco y deslizándolo con precisión. Su concentración y delicadeza en cada una de las notas me tenia perpleja. Era de aceptar que su belleza en conjunto con el arte que estaba interpretando le daba un toque divino a esta privada presentación que me estaba brindando. Me perdí en el y su instrumento, sintiendo en cada poro de mi piel este majestuoso momento. Él era arte en todo el contexto de la palabra. Terminó dejándome sin aire.
—No esperes que toque como Claudio Monteverdi o Antonio Vivaldi —Dejó el instrumento dentro de su estuche. A pesar de estar totalmente serio se podía apreciar una sonrisa traviesa escaparse por sus mejillas.
—No toco para nadie.—Gracias por tocar para mi —Sonreí realmente agradecida, me sentía especial tanto que olvidé por completo el plan que tenía entre manos y por primera vez estaba disfrutando el momento. —Me encantaba la versión original pero ahora tu versión es mi favorita, eres increíble Hyunjin —No podía borrar la sonrisa de mi rostro.
Pude ver como su mirada se relajó, iluminándose tras escuchar mis palabras. Me acerqué a él, pasando mis manos alrededor de su cuello.
—Está es una de mis canciones favoritas, no sabes cuanto significa para mi —Susurré en su oído volviendo más íntimo este momento.
Ambos teníamos plasmados una gran sonrisa, mirándonos sin decir ni una sola palabra.
Después del ajetreado día de la escuela ambos estábamos cansados, decidimos recostarnos como ya se nos había hecho costumbre.Me recargué sobre su pecho escuchando los latidos de su corazón. Él trazaba círculos sobre mi cintura con la punta de sus dedo.
—Quien iba a decirlo, el señor inalcanzable Hwang tiene talentos ocultos —Reí.
—Y no te imaginas cuantos talentos tengo hermosa —Había vuelto a su modo narcisista.
—Tendré que descubrirlos algún día —Comencé a seguir su juego.
El timbre de su casa le hizo levantarse a mirar por la ventana. Me acerqué a él y pude ver como una chica estaba en la puerta.—Lo siento nena tienes que irte —Cambio la camisa del uniforme por algo más casual.
—¿Qué crees que soy? —Respondí enarcando una ceja. Era de esperarse, ya estaba aquí su próximo acoston y yo estaba interfiriendo sobre sus planes.
—Por favor debes salir —Hizo un intento de puchero mientras se ponía sus converse. —Te lo recompensaré —
Tomé mis cosas y caminé a abrir la puerta de su habitación.—No le digas a nadie lo qué pasó hoy —Su tono era amenazante. —Nadie debe enterarse de lo que hicimos, mucho menos de lo que hice —Sus palabras golpeaban sin ser comprendidas ¿Qué hicimos?.
—No te preocupes Hwang no me interesas —Hablé sin comprender lo que estaba diciéndole. Sus ojos se agrandaron con sorpresa. —No me interesa estar divulgando tus cosas —Traté de corregir mis palabras y al parecer funcionó por que su expresión se relajó.
Me tomó de la mano haciéndome caminar hasta su puerta trasera.
—Te marco más tarde —Con una sonrisa despeinó mi cabello para después cerrar la puerta. Estaba parada fuera su casa como si fuera una de sus chicas momentáneas, me sentía indignada, enfadada, ofendida.
Caminé regreso a mi casa tratando de descifrar quien era esa chica.¡FELIZ DÍA DE SAN VALENTÍN! ❤️ Estoy devuelta después de mis ajetreados días de escuela, espero que les guste esto que les he escrito! Les amo❤️
ESTÁS LEYENDO
Toxicity; Hwang Hyunjin.
أدب الهواةSomos lo que pocos conocen y muchos imaginan. Dos almas rotas que se encuentran en el viento. Una carrera peligrosa de la cual nunca se sale ileso. ✨Heterosexual ✨27 capítulos + epílogo ✨Prohibida cualquier copia o adaptación sin mi consentimiento...