Capítulo 19.

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Noto los surcos en el rostro de la directora, muy marcados a diferencia de como se muestra siempre. Ella todo el tiempo da una imagen como alguien muy jovial y abierta de mente, pero en este momento, no. Vuelvo a mirar los hermosos ojos mieles de Kelia, algo desesperado, están muy abiertos y sus pupilas tantean todo el lugar en busca de ayuda.

Mierda.

No la hay.

― Ambos en mi oficina, ahora mismo ― dice de forma pausada y delirante a la vez.

Kelia y yo compartimos miradas y la seguimos, con los nervios de punta.

Es el fin de Kelia.

Me siento tan culpable, que mis manos tiemblan de lo nervioso que estoy por ella. La más perjudicada aquí sin duda es Kelia, lo más probable que la despidan y le rechacen la práctica tercer año de la universidad, empeorando la situación. Mierda, mierda, mierda. Eso sí que es grave ¿y que pasaría conmigo? Mi madre me quema vivo y luego entierra mis cenizas, ni sin antes saltar sobre ellas. Nunca ha sido una madre del todo presente, pero me juzga bastante por mis errores. Y también puede que tenga una sanción, o el prejuicio que se creará de mí en la escuela.

Pero vamos, Peter. positivo.

La directora será piadosa, lo es.

― Quédese aquí, Señor Coller― abre la puerta de su despacho y me dedica una mirada ― tengo que hablar seriamente con la profesora...―mira a Kelia con desdén.

Asiento y espero a fuera de la sala por varios minutos, casi una hora. Tamboreando mi zapato contra el suelo y mordiendo mis uñas.

―¿Que hacían la Señorita Sexy de Biología y tú para que la directora los citara a ambos? ―elevo la mirada, encontrándome con Richard ¿cuánto tiempo ha estado aquí?

Gruño por lo bajo.

―Sólo...¿Puedes dejar de llamarla así? Ten algo de respeto, Richard ― acusó y él eleva ambas manos, en signo de rendición.

Que sexista por Dios. Ten piedad de él, Señor. Le dedico una mala mirada. Pobres de las chicas que alguna vez gustaron de él.

― ¿Y...bien? ¿Que hiciste? ― insiste mientras, eleva sus cejas oscuras y sonríe.

―Nada...― mascullo con desdén.

Richard bufa.

― Por favor... ― antes de agregar cualquier cosa, la puerta es abierta abruptamente, dejándome con el corazón en la mano.

Me incorporo de inmediato, al ver salir a la directora con el semblante más calmado.

― Directora...― ella junta sus manos y asiente para sí misma.

Carraspea.

―Creo que debería de tomar sus cosas y luego hablaremos. ― tuerzo el rostro y volteo hacia Richard, el me sonríe, arrogante, le doy una última mirada de odio antes de partir.

Asiento sin protestar y voy por mis cosas, sacó mis libros de mi casillero para dejar todo absolutamente vacío, cierro el casillero y al hacerlo, me encuentro con el joven rostro de Kelia.

Suspiro y cuelgo mi mochila en mis hombros.

―Hey, ¿Cómo te fue con la directora? Debió ser un infierno...― comento y sonrío, para intentar ocultar mi nerviosismo.

Al ver que ella no responde más que con una mirada preocupada, torno mi rostro serio.

―¿Qué ocurre?

Menor Que Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora