Extra: Dylan y Peter.

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― ¡El último al llegar quedará sin helado! ― Corro junto a los hermanos Black, para ganar ventaja y ser vencedor. Tomo una gran zancada, y empujo a Dylan, que estamos a la par.

Gracias al choque, ambos caemos con fuerza al suelo y Emily toma ventaja del accidente y termina por ser la primera que cae a la piscina. Su cuerpo queda bajo el agua, dejando unas pequeñas burbujas por todo su alrededor. Una vez en la superficie comienza a vitorear y burlarse de nosotros.

― ¡Gané, grandes imbéciles!

Doy una mirada moribunda a Dylan ―Si no te hubieras acercado tanto a mí, hubiera ganado ―Acuso, codeando su estómago desnudo. Lleva un simple pantalón corto como traje de baño.

Dylan abre la boca, cabreado ― Y yo hubiera ganado de no ser porque me empujaste ―Contraataca, apuntando su dedo índice contra mi pecho descubierto. Yo también llevo solo shorts como traje de baño.

― Yo hubiera ganado si...―Se burla Emily desde la piscina imitándonos, con voz chillona. Chasquea la lengua, arrogante ―Admitan, ¡Yo soy la vencedora! ― Alza los brazos y se lanza hacia atrás para hundirse en el agua.

Dylan y yo dedicamos una mirada cómplice, para luego reír al ver que Emily sale la superficie con la nariz llena de agua, tosiendo con brutalidad.

― Eso te pasa por alardear ―Sentencia Dylan.

― Cállate ―Responde Emily.

Miro por la ventana de la habitación de Dylan, rememorando el verano cuando Emily aún estaba con nosotros. Han pasado tres meses aprox. Extraño a la chica más de lo que pensaba. Me pregunto muchas veces como estará. Y no me mal interpreten, hemos hablado a través de mensajes de texto todo el tiempo. Pero siempre dice que se encuentra de maravilla, pero ¿será verdad que está bien? ¿O es solo una pantalla para que no nos preocupemos? A veces Emily es muy benevolente.

Volteo a Dylan, entrando por el umbral, con su bañador puesto.

No he preguntado a Dylan nada al respecto. Me hará parecer paranoico. Aunque en el fondo estoy convencido que Dylan tiene la misma enigma.

― ¿Qué te parece? ― Modela con torpeza su bañador de flores. Se inclina sobre una pierna y acaricia su cabello con aire arrogante.

Suelto una risa ― Es más original que el mío. ― Miro inconsciente mi bañador y Dylan me imita. Un humilde diseño de olas marítimas.

― Nah, no lo infravalores. Está lindo.

Se supone que vamos a la piscina de mi casa. Las olas de calor en Carolina del Norte. Nada característico del estado, por lo cual no tenemos mucha resistencia al calor. Además de que tendremos la casa sola, mi madre haciendo las compras. No estará pendiente de nosotros todo el rato como águila.

Me subo el pantalón del bañador y vuelvo amarrar el cordel que lo sostiene.

Dylan deja la ropa sobre su cama y busca entre sus muebles, sin reparar mi presencia. Saca unos lentes aprueba de agua, para correr al espejo y probárselos.

Salgo de la ventana y voy junto a él. Ha pasado un mes desde su confesión sobre su sexualidad, y declaración de atracción hacia mí, así que aún tengo el remordimiento de ser tan cariñoso con él o tocarlo tanto. No me refiero a tocarlo de esa forma. Me sonrojo con mis pensamientos. Si no un tocar más cotidiano, como tocarle los brazos o el torso por accidente. Trago en seco, de solo pensarlo se me sube la sangre a la cara.

Llamo su atención ― Este año Emily no estará para mí cumpleaños dieciocho. ―Ladeo la cabeza, apenado.

Dylan me responde, pendiente de su reflejo ― No te preocupes. Te mandará un mensaje de texto o una postal desde Irlanda ― Intenta sacarse los lentes, pero quedan atascados. Dylan intenta con más fuerza, sin resultado ―Malditos lentes ― Se queja. Vuelve a intentar ― ¿Por qué te quedas ahí parado? Ayúdame.

Menor Que Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora