Entramos a la oficina de Andrea y nos acomodamos. Mi hermano y yo nos sentamos en las sillas frente al escritorio, Andrea en la silla giratoria y Gerardo en un puf que trajo de otra oficina.
-Yo soy adoptada.- comienza a decir Andrea.-Los padres de Sebastián y Gerardo me adoptaron cuando tenía cinco años. Según lo que sé, mis padres biológicos me abandonaron cuando era una bebé porque no podían criarme.
«Mi madre biológica era drogadicta y mi padre también estaba en ese ambiente pero por suerte tuvieron un poco de conciencia y decidieron llevarme a un orfanato. Ahí fue donde me adoptaron a mis cinco años. Todos los días, desde que tengo memoria, esperaba y deseaba que alguien me adopte. Siempre veía a chicos que se iban y yo deseaba ser uno de esos chicos alguna vez. Por suerte, ese día llegó y ahora soy más que feliz. - dice con los ojos llenos de lágrimas. Gerardo se levanta de su asiento para abrazarla.
-Y hace veinte años que esta chica fea está en mi vida.- Gerardo dice eso y ella ríe negando con la cabeza.
-Sí, hace 20 años que me tengo que bancar los olores de mis hermanos.- dice señalando con la cabeza a Gerardo y haciendo cara de asco.
-Creeme que te entiendo.- repito el gesto señalando a mi hermano. Nosotras dos nos reímos, y Benjamín y Gerardo se cruzan de brazos mientras nos miran indignados.
-Yo no le veo lo gracioso, aparte vos llegaste a mi vida cinco años después y el que tuvo que cambiarte los pañales y hacerte provechito fui yo mamita. ¿Sabés lo que fue eso? Literalmente tuve que usar broches.- dice Benjamín. Él y Gerardo ríen y yo los fulmino con la mirada.
Suena el teléfono y Andrea atiende.
-Sí... no, es más tarde... Esa boluda... Ay perdón por decir la verdad Sebastián.- dice con sarcasmo y rueda los ojos.-Sí, sí como digas, chau.-suspira y nos mira.-Perdón, Sebastián quería saber si la reunión era temprano para poder ir a ver a su cachorrita.- dice Andrea con asco.
-¿Otra vez lo llamó?.- pregunta Gerardo.
Benjamín y yo nos miramos porque no entendemos nada.
-Sip, como dije antes, es una boluda.
-¿Podemos preguntar quién?.- dice Benjamín.
-Yasmin, la prometida de mi hermano.- dice Gerardo.
Yo abro los ojos como platos, nunca me hubiera imaginado que Sebastián estaba comprometido. ¿Quién se querría casar con un hombre como él?
-O como nosotros le decimos... Zorra interesada.- dice Andrea.
-¿Por qué? ¿Tan mala es?.- pregunto.
-De mala no tiene nada, de zorra las tiene todas.- dice Gerardo.-Ellos dicen que están "enamorados".- hace comillas con los dedos.-Pero ella solo lo usa por la plata.
-Sebastián es tan estúpido que no se da cuenta que solo lo usa por eso, y el idiota le pidió matrimonio.- dice Andrea mientras golpea su frente.
-Capaz que se siente solo y necesita a una mujer a su lado que lo apoye y que esté para él siempre.- dice Benjamín suspirando. Tengo que admitir que a veces él puede ser divertido e idiota... Pero hay veces en las que se pasa de mambo y se cree psicólogo el pelotudo.
-¿Desde cuando hablas tan filosófico?.- pregunta Gerardo riendo y Benjamín levanta sus hombros.
Suena mi teléfono, pido disculpas y salgo de la oficina a atender.
-¿Hola?.
-Hola bomboncito.- contesta esa voz que me hace quedar helada.
-Ricardo.- es lo único que sale de mi boca ante esas palabras. ¿Cómo consiguió mi número?.
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Él es mi Jefe
RomanceNo puedo casarme con él. No puedo ser su esposa. No puede ofrecerme un contrato sólo para hacer feliz a sus padres. ¿Por qué? Fácil. Porque Él es mi Jefe, la persona que es una heladera andante y el que es el peor jefe de todos. Me llamo Malena R...