Capítulo 31: Una Tarde con Papá

9.6K 561 116
                                    

[Malena]

—Papá.—digo sorprendida.

Él me mira y me sonríe.

—Hola hija, me alegro que te encuentres bien.—mira a mi mamá y la apunta con el arma—. Baja el arma, Isabel.

Mi mamá lo mira de arriba a abajo, claramente viendo el uniforme de policía que lleva puesto.

—Paul, Paul, Paul, tan ingenuo como siempre.—dice ahora apuntándole a él.

Ya que no me está prestando atención, voy hacia el hombre que iba a desconectar a mi hermano y le pego una trompada. Este cae al suelo tocándose la cara.

—Mano pesada, me gusta.—dice mi papá haciendo que lo mire.

—No halagues a mi hija.—le contesta con odio mi mamá.

—¿Tu hija? ¿A la chica que estabas apuntando con un arma llamás "hija"?—le pregunta irónico.

—No te incumbe lo que pase en nuestra vida. Me voy, pero no crean que no voy a volver por todos ustedes.—baja el arma y sale de la habitación con el falso médico detrás de ella.

Apenas ella se va, voy corriendo a abrazar a papá, él me abraza de vuelta y nos quedamos así un rato. Disfrutando el abrazo paternal que hace mucho tiempo no sentía.

—Estás tan grande, hija.—habla melancólico.

—Y vos estás...—lo miro buscando algo en lo que haya cambiado pero eso al parecer no pasó.—Estás más viejo.

Él se ríe y yo también. Mira a Benjamín y se acerca a él.

—Mi hijo... ¿No saben quién le hizo esto? ¿Quién lo chocó?—pregunta acariciando su pelo.

Suspiro y niego.

—Lo vamos a encontrar y vamos a hacer justicia. Tenés que despertar pronto.-le dice triste a mi hermano.—No quiero perder a otro hijo.

Frunzo el ceño y lo miro.

"¿Cuántos hijos tiene este hombre?"

—¿Perdiste un hijo?.

Él me mira y se acerca a mí.

—A una hija, Valerie, tu media hermana. La mataron y todavía no sabemos por qué, pero lo estamos averiguando para poder cobrar venganza.—dice enojado.

Yo me siento en una silla y me tiro el pelo hacia atrás, procesando todo lo que acaba de decirme.

Él nos dejó con mamá y siguió con su vida, tuvo una hija, seguramente una esposa y vaya a saber cuántos hijos más. Nunca nos buscó, no le interesó saber cómo estábamos. Me siento molesta por eso.

—Te extrañé.—dice sentándose al lado mío y agarrándome la mano.—Te quería pedir disculpas por nunca ir a verte, por no salvarte del novio de tu mamá.

Lo miro y frunzo el ceño.

—¿Estabas enterado de Ricardo?—saco mi mano de la suya y suspira.

—Me imaginé que ibas a reaccionar de esta manera.

Lo miro y sonrío sarcástica.

—¿De qué otra manera podría reaccionar? Sabías lo que estábamos pasando con Ricardo y nunca viniste a buscarnos, siendo un policía.

—Pensé que tu mamá los defendía de él.

—Bueno, nunca lo hizo. Es más, nunca estaba en casa, ella se iba y nos dejaba a cargo de Ricardo. Un día, mamá se fue y no volvió más, él estaba tan enojado por eso que se desquitó conmigo.—lo miro y papá me mira intrigado—. Yo creo que si Benjamín no lo hubiera detenido, estaría muerta.

Él es mi JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora