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El lugar estaba repleto de lienzos en blanco, cuadros y pinceles junto con acrílicos de todos los colores que una persona podría imaginar, la chica de ojos verdes movía el pincel sobre la tela dejándose llevar por el sonido de la música clásica que desprendía la radio arriba de la pequeña mesa de madera manchada con pintura azul, naranja y verde.

— Um, lo siento.

Clarissa dió un pequeño salto en su lugar y volteó, Isabelle estaba apoyada en el marco de la puerta que dividía la habitación del pasillo que conducía hacia la salida y al bufete de abogados donde Jonathan trabajaba.

— ¿Qué haces aquí? — Clary atacó con el ceño fruncido, era mejor fingir estar enojada a dejar ver que estaba triste.

— Lo siento, no quería molestarte pero tu madre me dijo que te encontrabas aquí y pensé que deberíamos hablar. —la pelinegra se defendió mientras avanzaba a donde su mejor amiga se encontraba.

Clary suspiró y dejó el pincel arriba del plato plástico donde tenía la pintura, le gustaba ir a pintar a aquel lugar porque era sólo suyo, su padre lo había comprado para ella y las únicas personas que sabían de su existencia era su familia e Isabelle, ni siquiera Jace sabía que tenía un atelier como ese.

— ¿Hablar sobre qué? No tenemos nada de qué hablar, Isabelle.

— Sabes que sí, hace semanas que no te veo y es obvio que te sientes incómoda, quiero solucionar eso para que nuestra amistad siga fluyendo.

Clarissa hizo una mueca pero asintió, la idea de perder a Isabelle le revolvió el estómago y le hizo doler la cabeza, no podía imaginar una vida donde no hubiera conocido a Izzy, lamentaba lo sucedido y no le daba la cara para observarla a los ojos.

— Mira, si tú no quieres hablar, no lo hagas pero escúchame, ¿de acuerdo?.

La pelirroja asintió en silencio e Isabelle suspiró antes de volver a hablar.

— Sé que te sientes incómoda con lo que pasó, lo noté después de que no respondiste mi tercera llamada. Cuando no contestaste la primera pensé: diablos, ella debe estar ocupada, luego a la segunda: bueno, seguramente no escuchó el teléfono pero en la número tres ya lo supe, supe que no estabas lista para verme pero vamos a admitir que lo que sucedió fue una confusión, una casualidad y no tienes que avergonzarte o sentirte mal por eso.

— Pero le fui infiel a Jace, Izzy — Clary la interrumpió, sus ojos brillaban por las lágrimas no derramadas.

— ¡Clary, abre los malditos ojos! Jace es un gilipollas, es mi hermano adoptivo pero joder, es un idiota — Izzy declaró con enojo, su ceño fruncido y sus manos temblaban por la rabia acumulada en todo este tiempo —, ¡él no sabe valorarte!, cada fin de semana está en un club distinto con una chica distinta. ¡Tienes que dejar que él te utilice de esta forma, por Dios!.

— ¡Es suficiente, Isabelle! No tienes porqué hablarme de ese modo, tú no sabes nada sobre nuestra relación.

— ¿Su relación funciona así? ¿él con una chica diferente cada semana y tú sintiéndote mal sólo porque sin querer casi besas a tu mejor amiga? Entonces déjame decirte que tu relación apesta.

— ¿Por qué no te concentras en tu relación con Simon y nos dejas a Jace y a mí? Porque ustedes no son un gran ejemplo que digamos.

Izzy abrió la boca para contestar pero su mejor amiga siguió hablando.

— Ya, vete Isabelle, por favor. Déjame sola, ¿sí?

Izzy hizo una mueca pero asintió, tragó el nudo en su garganta y giró para irse, escuchó a Clary pronunciar su nombre pero no volteó sólo quedó parada en su lugar dándole la espalda, aún así la chica de ojos verdes habló.

 
— Si ves a Jace en el camino o si hablas con él, dile que venga para aquí, debo verlo.

BIG GIRLS, clizzy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora