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— ¿Tienes idea de qué va esto? — la rubia pregunta antes de tirar sus libros arriba de la mesa y sentarse al lado de Clary.

Clarissa levanta la vista de su dibujo y observa a su amiga con atención, antes de hablar frunce su ceño levemente.

— Tienes que hacer un texto de dos mil palabras argumentando tu opinión acerca de la mujer siendo un objeto en el arte — se encoge de hombros antes de cerrar rápidamente su pequeño cuaderno con dibujos.

— Cerraste el cuaderno para que no vea tu dibujo pero es tarde para eso, lo ví ayer en la noche — Kelsey ríe en voz alta, la bibliotecaria hace un sonido con sus labios haciendo que la chica de cabello claro coloque los ojos en blanco.

— ¿Cómo? Lovelace, yo no te dí permiso para que veas entre mis cosas.

— Lo siento, ¿sí? Tú dejaste tu cuaderno abierto y lo ví, si te hace sentir mejor sólo ví que comenzaste a dibujar a Isabelle y dejaste inconcluso el dibujo de Jace. ¿Se puede saber por qué?

Clary abrió sus ojos exageradamente y luego desvío la vista, mirar cómo la mujer mayor acomodaba unos libros en el último estante parecía más interesante que responder la pregunta de Kelsey.

— No respondas si no quieres — la menor repuso antes de sacar una hoja y comenzar a escribir sin prestarle atención a su acompañante —, pero noté que en el dibujo de Isabelle le pones más entusiasmo que al de tu novio.

— Sólo, sólo me quedé sin inspiración para el dibujo de Jace, eso es todo — se limitó a responder la pelirroja en un susurro.

— Supongamos que eso es todo porque en realidad no te creo, sucede algo más pero no me lo digas si no quieres.

— Sólo quiero perfeccionar algunas cosas en mis dibujos, tengo muchos dibujos de Jace y quería hacer algo distinto, no pienses cosas que no son — Clary contestó con enojo.

— Podrías haberme dibujado a mí y no a Isabelle, pero la elegiste a Isabelle, eso debería decir algo — la rubia repuso levantando sus cejas en modo interrogativo.

— Isabelle es muy exótica, por eso la dibujé a ella y tú tienes una belleza más bien angelical, al igual que Simon y ya tengo dibujos de esos.

— ¿Por qué no sólo dices que Izzy es más bonita a tus ojos y ya? — la ojiazul rió.

— Basta, Kelsey. Es un maldito dibujo, nada más — la pelirroja dijo tomando su cuaderno junto a su lápiz de color negro.

Clarissa se levantó de su lugar y comenzó a caminar hacia la salida de la biblioteca, Kelsey la observó salir a paso apurado y luego desaparecer entre la gente.

(...)

— ¡Y ella se sonrojó! Nunca la había visto tan rojita — Isabelle reía mientras tiraba su cabello hacia atrás y se acomodaba mejor en su silla.

Alexander negó con la cabeza de forma divertida mientras dejaba la taza de café sobre la mesada de mármol.

— ¿Ya le dijiste que eres bisexual?

— Um, aún no — la pelinegra hizo una mueca, se levantó de su lugar para pararse al lado de su hermano y observar la ciudad por la ventana.

— Sabes que debes hacerlo, ¿verdad? — Alec preguntó en voz baja, sabía que era un tema algo difícil de tocar para su hermana y lo que menos quería era asustarla o hacerla enojar.

— Lo sé, pero no estoy lista todavía. Me da terror pensar en su reacción, ¿y si se aleja de mí? ¿qué tal si piensa que soy rara?

— Clarissa no va a pensar eso, Izzy. No es como si ser bisexual o homosexual fuera una enfermedad, ella tampoco tiene la mente cerrada. Después de todo estuvo encantada con la idea de que Magnus y yo fuéramos parejas, hasta lo ayudó para cuando me lo pidió.

Isabelle suspiró.

— Pero tú no eres su mejor amiga, Alec.

Alexander estaba por contestar cuando el celular de la chica de ojos oscuros comienza a sonar, la voz de Taylor Swift comenzó a llenar el pequeño departamento.

— De seguro es Simon — Isabelle volvió a hablar —, debe querer que lo pase a buscar por casa de Jordan. Debo irme, vendré en la noche a cenar. Si tienes pizza de doble queso me quedaré a dormir — se burló para luego tomar su teléfono y salir del departamento antes de que Alec conteste.

Al escuchar el ruido de la puerta, Alexander dejó su taza en el fregadero y miró la nevera, justo la fotografía donde estaban Max, Izzy y él en Mcdonald's.

— Por favor, no dejes que Clary se aleje de Isabelle. Nunca, eso la destruiría — habló para nadie en particular mientras giraba para abrir la canilla y así comenzar a lavar los cubiertos que había utilizado al medio día.

BIG GIRLS, clizzy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora