¿Qué pasaría si la persona más importante en tu vida te olvida? ¿Si los momentos a los que te aferras nunca existieron? Solo quedarías perdido en el tiempo. Jungkook es mucho más que solo alguien a quien Taehyung ama, es por quien lucharía incluso e...
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—¿Estás solo? —preguntó sonriente, y al notar que no respondía, continuó—. ¿Hola? ¿Estás bien?
—Sí, lo siento, es que no estoy acostumbrado a tomar esto —señalé la botella que había dejado sobre el mesón a mi lado—. Vine con un amigo, pero se fue a bailar y no ha vuelto.
—Siempre hacen eso. Aunque hoy vine solo —dijo, apoyándose en el mesón junto a mí—. Vine a buscar a alguien que amo.
—¿Lo encontraste? —pregunté, más por curiosidad que por interés.
—No es "ella", es "él". Y no, todavía no lo encontré… hice algo que lo lastimó —dijo, tragando pesadamente mientras yo terminaba de servirle el jugo que faltaba en su vaso—. Hace un mes que intento arreglar las cosas.
—Si de verdad lo quieres, sigue intentándolo. Todo en este mundo puede arreglarse hablando. El chico, que ya había tomado una confianza que jamás le di, llevó el vaso a sus labios, haciendo una mueca de asco al probarlo.
—¿Probaste esto? —preguntó, apretando los ojos—. Lo correcto es 20% vodka y 80% jugo, no al revés.
Nos quedamos conversando durante más de una hora, hablando sobre lo que sería la universidad, sobre cómo se había emborrachado en la fiesta anterior y sobre las chicas en esta, a quienes él consideraba hermosas, la mayoría. A mí no me interesaba mucho hablar de chicas, pero lo dejaba hablar, porque era agradable. Su risa atraía la atención de todos, y en otro momento, me habría muerto de vergüenza al tener tantos ojos puestos en nosotros, pero el vodka hacía todo más llevadero, y pude seguirle la corriente, riendo junto a él.
La última vez que hablé con alguien que no conocía fue cuando tenía catorce años, y curiosamente, fue con Hobi. El resto de mi vida me la he pasado encerrado en mi mundo, en mis problemas y en cómo escapar de ellos. No había espacio para más amigos, ni para novias o novios, y mucho menos para fiestas. Pero este chico, entre risas y anécdotas, ya me estaba invitando a su casa para el día siguiente. Parecía una persona amigable, simpática, y entendía bien mi humor. Quién sabe, quizás había encontrado a mi primer amigo en Seúl.
—¿Pero no te arrepientes de lo que pasó con esa chica? —le pregunté, después de que me confesara que había engañado a su novio.
—Me gustaba besarla, no me arrepiento de eso, pero sí del momento en que lo hice. Debí haber tomado una decisión antes, y así no habría perdido a alguien importante. Igual él besó a mi mejor amigo… bueno, ex mejor amigo. Supongo que fue por venganza.
—¿Qué? ¿Es broma? ¡Me imagino que querías morirte en ese momento! —le dije riendo mientras llevaba el vaso recién servido a mis labios.
—¡No te rías! —me golpeó suavemente en el brazo, riendo también, mientras derramaba parte de su trago en el suelo—. No pensé que haría algo así. Lo peor es que Park, que se las daba de hetero, terminó besando a mi novio… ¡Solo de pensarlo me revuelve el estómago! Tuve que separarlos, ¿entiendes eso?
