¿Qué pasaría si la persona más importante en tu vida te olvida? ¿Si los momentos a los que te aferras nunca existieron? Solo quedarías perdido en el tiempo. Jungkook es mucho más que solo alguien a quien Taehyung ama, es por quien lucharía incluso e...
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Agosto 2010
—¡Jungkook! —grité y corrí hacia él para recibirlo.
—¡Tae! —gritó también, sonriéndome.
Nos quedamos abrazados por más de cinco minutos. Hacía meses que no nos veíamos, y ese tiempo había servido para juntar fuerzas y decirle toda la verdad. Pasé días enteros pensando en lo que iba a hacer ese día y ya había tomado una decisión.
—¿Cómo has estado? ¿Y la escuela? —su sonrisa crecía cada vez más. Me alegraba ver que los restos de las marcas violáceas en su cuerpo ya habían desaparecido, lo mismo que los vestigios de sus emociones. —¿Qué pasó con el chico que te empujó? ¿Te sigue molestando?
—Bien, difícil, pero bien. Ya no me molesta más Bogum. —No podía contarle todo lo que pasaba en la escuela, las peleas, los insultos, no debía preocuparlo. —¿Y tú, qué tal en Seúl?
—La vida en Seúl tranquila, Lisa se va a Japón, dice que va a volver, pero no quería que se fuera. —Acarició su nuca de forma nerviosa, no le gustaba hablar de cuando su mejor amiga hacía sus viajes al extranjero.
—Yo hice un nuevo amigo, viene a veces a pasar el día a casa, Jung Hoseok. —Estaba muy feliz por mi nueva amistad, no solía hacer amigos fácilmente. —Espérame aquí, te voy a mostrar nuestra foto.
Entré rápidamente a la casa, dejándolo en la mesa del parque, aquella que pintamos juntos cuando teníamos nueve y diez años. El cuadro que Hoseok me había regalado por el Día del Amigo estaba sobre la mesa de mi cuarto, a un lado de la cama. Pero al entrar a la cocina, vi a un hombre que no había venido con mi tía y Jungkook. Escuché una conversación que no entendía, o mejor dicho, lo que no entendía era qué hacía ese hombre nuevamente en mi casa después de lo que había hecho años atrás.
—¡¿En serio vas a seguir ocultando esto por más tiempo?! —le gritaba mi tía al padre de Jungkook.
—Kook es todo, no hay más. Tomé la decisión correcta, Yeonji, sabes bien que si lo hubiéramos conservado no habríamos tenido el dinero suficiente para levantar la empresa después de la crisis. —La forma en que mi tío cerraba las manos en puños ya la había visto muchas veces antes, y me enfurecía. —Él no es alguien digno, es un bastardo. Nosotros podemos volver a ser lo que éramos si dejas de pensar en eso.
—¿Cómo puedes hablar así de tu hijo? ¿Cómo puedes ser tan desalmado? ¡Es un niño, Jeon!
—¡No es mi hijo! —Suspiró profundamente y continuó— ¿Sabes qué? Mejor nos vamos. Voy a volver por ustedes en un rato y espero que tengan todo listo para regresar a Seúl. —Dijo el hombre, enfadado, y salió de la casa ignorándome.
—¿Taehyung? —Sus ojos se llenaron de lágrimas— Tae, no es lo que piensas, no voy a…
¿Iba a abandonar a Jungkook o a dejar que volvieran a lastimarlo?