태 04. Agobio 국

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Pasamos la semana siguiente sin hablarnos más de lo necesario, limitándonos a un "¿Me pasas el agua?" seguido del silencio de su parte; "¿Vas a bañarte primero?" y un movimiento de cabeza que él consideraba una respuesta suficiente

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Pasamos la semana siguiente sin hablarnos más de lo necesario, limitándonos a un "¿Me pasas el agua?" seguido del silencio de su parte; "¿Vas a bañarte primero?" y un movimiento de cabeza que él consideraba una respuesta suficiente. Fue una semana difícil.

Después de aquel día, se volvió más tímido, especialmente si nos acercábamos demasiado. Su salud comenzó a preocuparme; mantenía una sonrisa impecable durante el día, pero por las noches escuchaba su llanto ahogado. La pared de su habitación daba con la mía, y aunque lloraba contra algo para silenciar su sollozo, me quedaba despierto esperando a que terminara. No me molestaba que llorara; me dolía, porque sabía que algo que había dicho pudo haber desencadenado algún recuerdo, como él mencionó, o alguna sensación que ahora lo atormentaba. Me autoconvencía de que no debía entrometerme en sus asuntos personales. Que compartiéramos sangre no significaba que fuéramos lo suficientemente cercanos como para hablar sobre lo que le pasaba. Ya lo había intentado y no funcionó, pero no podía ignorar la angustia que sentía cada noche al escucharlo. No dormía hasta que su llanto cesaba.

Cuando dejó de llorar por las noches, empezó a insistir en volver a aquel lugar del bosque, a lo que accedí solo para que pudiera calmarse. Subíamos las escaleras de piedra y, una vez arriba, nos sentábamos a esperar a que el sol se escondiera. Pasábamos horas enteras en silencio. Al principio, era reconfortante tener un momento para pensar y, al mismo tiempo, no estar solo. Pensaba en Yugyeom, en Lisa, en mi mala suerte en el amor y en lo poco que me quería a mí mismo, pero con el paso de los días, ya no me resultaba tan reconfortante como al principio.

Siempre la misma pregunta y siempre la misma respuesta. Llevábamos una semana haciendo lo mismo cuando empecé a sentirme aburrido y algo molesto.

—¿Recuerdas algo? —seguía preguntando, sentado en el suelo y esquivando mi mirada.

—No.

—No lo entiendo —dijo, llevándose los dedos al cabello con algo de desesperación; él mismo parecía agotado por la situación.

—¿No sería más fácil si me dijeras qué debo recordar, Taehyung? —Le pasé una mano por la espalda, pero él se apartó de inmediato.

—¡No puedes simplemente olvidar! ¡Tienes que reconocer algo de todos esos años!

Empecé a pensar seriamente que mi primo podría estar atravesando algún tipo de trastorno mental.

—Taehyung, creo que es mejor dejar todo esto; está empezando a aburrirme.

—¿Aburrido? —Se acercó de forma amenazante, tanto que por un momento pensé que me golpearía—. ¡¿Y tú crees que esto es fácil para mí?!

𝑷𝒆𝒓𝒅𝒊𝒅𝒐 𝑬𝒏 𝑬𝒍 𝑻𝒊𝒆𝒎𝒑𝒐 || 𝐓𝐚𝐞𝐤𝐨𝐨𝐤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora