태 17. Añoranza 국

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Habían pasado dos meses desde que Yugyeom se fue

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Habían pasado dos meses desde que Yugyeom se fue. No ha llamado, no ha enviado mensajes, y mucho menos ha dado señales de querer volver, lo cual me alegra... o al menos eso es lo que creo. En todo este tiempo, Jungkook no lo ha mencionado ni una sola vez. Me preocupa su salud mental y física: ha dejado de comer, o al menos de hacerlo conmigo o en la universidad. Dice que no tiene apetito y que así se siente mejor. Sé que entrena en su habitación, porque cada vez que hay que lavar la ropa, solo saca prendas deportivas sudadas. Su cabello ha crecido más de lo habitual, y aunque le queda hermoso, tengo la sensación de que no es por elección, sino por abandono. Ha estado llorando, día y noche, como cuando fuimos a Daegu. Yo, mejor que nadie, sé que cuando evitas algo no es porque lo hayas superado, sino porque duele tanto que aún no puedes enfrentarlo.

Nuestra convivencia no era perfecta, pero debo admitir que habíamos avanzado. Nos llevábamos mejor y, sobre todo, empezábamos a confiar más el uno en el otro.

—Estoy bien, Tae, no necesito que vengas a verme cada cinco minutos. No es como si me fuera a morir —dijo desde el otro lado de la puerta.

—¡No digas esas cosas ni en broma! —exploté, frustrado. ¿Por qué siempre tenía que hacer bromas sobre la muerte?— Te prometí que no estarías solo, que estaría para lo que necesites. Y aunque digas que no, sé que me necesitas.

—Solo déjame en paz. No necesito que me andes siguiendo como si fueras mi perro, estoy bien así.

Su dureza no me molestaba tanto como el hecho de que no saliera de su encierro. En la universidad, Lisa no se despegaba de él. Si Jungkook quería saltarse una clase, Lisa lo acompañaba; si quería una cerveza, ahí estaba ella; incluso cuando decidió garabatear bigotes y cuernos en cada foto que tenía con Yugyeom, Lisa se unió a la "diversión". Pero yo sabía que Jungkook necesitaba a alguien que no le siguiera el juego, alguien que no se dejara arrastrar por su dolor. Por más que le gustara sentirse acompañado en esas cosas, aquello no lo ayudaría a sanar.

Jimin, por otro lado, siempre rechazaba las invitaciones de Jungkook a los bares. Sabía que lo que Jeon buscaba en esos momentos en que no quería quedarse encerrado nunca era bueno para su salud. Como aquella vez que le propuso pasar la tarde en la orilla del río Han con dos botellas de vodka… un martes.

Puede sonar estúpido, pero creo que lo mejor sería que Jimin me ayudara con esto.

TH:
Jimin necesito tu ayuda
12:10

Jimin:
Dime
12:15

TH:
¿Podrías venir a casa? Jungkook está mal y no me deja ayudarlo. Quizás ya que eres su amigo podrías hacer algo por él, no quiere salir de su habitación
12:15

𝑷𝒆𝒓𝒅𝒊𝒅𝒐 𝑬𝒏 𝑬𝒍 𝑻𝒊𝒆𝒎𝒑𝒐 || 𝐓𝐚𝐞𝐤𝐨𝐨𝐤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora