¿Qué pasaría si la persona más importante en tu vida te olvida? ¿Si los momentos a los que te aferras nunca existieron? Solo quedarías perdido en el tiempo. Jungkook es mucho más que solo alguien a quien Taehyung ama, es por quien lucharía incluso e...
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Dejé el celular sobre la mesa, haciendo el menor ruido posible. Él se removió entre las sábanas, pero no despertó, lo cual me alegró un poco. Si se despertaba, tal vez correría a sus brazos sin pensar en el riesgo de volver a ser lastimado. Le había prometido protegerlo, y eso es precisamente lo que pensaba hacer. He visto a Jungkook tan desanimado, enojado y triste, consigo mismo y con los demás, más que con el verdadero culpable de su dolor. Eso solo me decía una cosa: ese tal Yugyeom no era una buena persona. Si Jungkook cargaba con todos esos sentimientos de culpa por acciones que no le correspondían, entonces la herida que le había provocado no era superficial.
Bajé las escaleras con cuidado para no hacer ruido, y justo antes de pisar el último escalón, escuché el timbre sonar insistentemente. Iba a enfrentarlo. Aunque estuviera allí para hablar con Jungkook o para intentar convencerlo de quién sabe qué, se encontraría conmigo en su lugar. Necesitaba saber quién era ese chico por el que Jungkook tomaba pastillas para dormir, por quien lloraba cada noche, y por quien se había abandonado a sí mismo. También quería saber cuál era su "chico ideal", sus gustos, y cuán lejos estaba yo de esa imagen.
Abrí la puerta y me encontré con un chico de cabellos rubios desordenados. Su rostro de niño contrastaba con su cuerpo marcado, o al menos eso parecía a través de la camiseta ajustada que llevaba. Sus labios rosados y carnosos resaltaban en su rostro juvenil. Me sonrió, haciendo que sus ojos desaparecieran y sus mejillas enrojecidas se volvieran más prominentes. A decir verdad, era atractivo, y eso dejó mi autoestima por los suelos.
—Hola, quería hablar con Jungkook, ¿se encuentra? —preguntó el muchacho, apenas unos centímetros más bajo que yo.
Cerré la puerta detrás de mí y lo hice retroceder. Definitivamente, no vería a Jungkook, ni en sueños.
—No tengo nada en contra tuyo… bueno, mejor dicho, las tengo todas en tu contra, así que será mejor que te vayas —le advertí con una sonrisa.
—¿Y tú quién eres?
—Su primo. Así que, Yugyeom, ¿no? Espero que no vuelvas a acercarte a Jungkook nunca más en tu vida, o realmente me vas a conocer.
—Me parece un insulto que me compares con Kim Yugyeom. Él es mucho más alto, creo que la diferencia es notable —dijo, riendo a carcajadas. Su risa, por el tono agudo, me pareció curiosamente tierna—. Me llamo Park Jimin, un gusto.
Me quedé callado, observándolo. Si no era Yugyeom, ¿quién era entonces?
—¿Quién diablos eres tú? Lo siento, no quise decirlo así.
—Soy un amigo de Jungkook. Kai y Lisa me dijeron que ya volvió, así que quería invitarlo a una fiesta que voy a hacer en mi casa, es para despedir las vacaciones, ya que empezamos la universidad.
