¿Qué pasaría si la persona más importante en tu vida te olvida? ¿Si los momentos a los que te aferras nunca existieron? Solo quedarías perdido en el tiempo. Jungkook es mucho más que solo alguien a quien Taehyung ama, es por quien lucharía incluso e...
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Junio, 2012
-¿Jungkook? ¿Jungkook, me escuchas?
-Sí, la escucho.
Me había perdido en los árboles que estaban a unos metros de nosotros, verdes y llenos de hojas, iguales a los que vi en la salida escolar, iguales a los de mis sueños. La ventana me ayudaba a contener mis pensamientos, alejándome de aquellos árboles, de esos insípidos destellos verdes que provocaron un nerviosismo que, días antes, casi me cuesta la vida.
-¿No te duele eso? -ella señalaba mis manos, que habían sido rasguñadas.
-No.
Miré mis uñas, llenas de pellejos y algo rojas por pequeñas gotas de sangre. ¿Cuándo había comenzado con esto?
-¿Y tus cicatrices? -volvió a mirar hacia mis manos, esta vez enfocándose en las vendas que llevaba en ambas muñecas.
-Ahora sí duelen. Es peor cuando la piel se estira, pero cuando me lo hice, no dolió. No lo sentí. Observé una vez más aquellas vendas en mis muñecas, perdiéndome unos segundos en su color; eran blancas, puras y bonitas.
-Hablemos del día del campamento -propuso. Por primera vez desde que llegué, la observé. Su cabello era rojizo, más apagado que hace unos años-. ¿Qué sucedió ese día?
-No lo sé.
-No me refería a eso puntualmente. Solo cuéntame de tu día, cómo comenzó todo.
Observé una vez más por la ventana; los recuerdos de cómo había comenzado estaban ahí, entre las ramas.
-Salimos de excursión. No quería ir, pero era obligatorio. Preparé la mochila con todo lo necesario, y en cuanto salimos al parque de la gran casa con habitaciones, nos dieron una navaja a cada uno. Decían que era importante no usarla hasta que los profesores nos dieran permiso. -Dejé de mirar los árboles para centrarme en el cielo azul de nubes esponjosas-. Todos la guardaron en sus mochilas, yo la escondí en el bolsillo de la campera.
-¿Por qué no la guardaste en la mochila?
-No lo sé. La sostuve en mi mano, dentro del bolsillo, hasta que Jimin me habló.
-¿Quién es Jimin?
-Un chico que conocí en el campamento. Sabía que iba al mismo año que yo, pero nunca le presté atención.
-¿El chico que pidió ayuda?
-Supongo.
-¿Cómo te sentiste ese día?
-Bien.
-¿No hubo nada extraño? ¿No peleaste con alguien? -negué-. ¿Algo que te pusiera triste? -volví a negar-. ¿Y cómo llegaste a hacer eso en tus muñecas?
No entendía cómo pudo suceder, y cómo es que no existían más que recuerdos cortos. Siempre que intentaba recordarlo, todo a mi alrededor se sentía pesado.
