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Narrador omnisciente:

— _____— murmuró el azabache mientras se acercaba rápidamente al amor de su vida.

—Mike— respondió ella, abalanzándose a sus brazos sin siquiera pensárselo dos veces. Se sentía demasiado bien la sensación de estar con una de las personas que más amaba en todo el mundo y de las que más había extrañado en todo ese tiempo estando oculta.

El niño se aferraba cada vez más a su amor mientras esta lanzaba pequeños sollozos en su hombro, se habían extrañado demasiado y aquella muestra de afecto era muy necesitada por ambas partes. El resto de los presentes los observaba con ternura y sorpresa, pues jamás se habían esperado que aquellas niñas aparecerían en el momento justo para salvarles el pellejo.

Eleven observaba a su mejor amiga mientras sentía una inmensa felicidad por el hecho de que, de una vez por todas, se haya reencontrado con la persona que más había extrañado en todos esos días que habían pasado juntas. Aunque ella no lo hubiera demostrado frente a su amiga no quería decir que la castaña no se hubiera percatado de la tristeza que la sumía cada noche que lograba ver a Mike, porque necesitaba tenerlo físicamente con ella y ese momento finalmente había llegado. Luego de tanto tiempo separados.

Aunque esa mirada llena de dulzura desapareció en segundos apenas oyó una voz que no le resulto para nada familiar, y se llenó de ira al notar una cabellera rojiza entre los dos niños que se habían vuelto sus amigos en una semana. No necesitó preguntar quién era ella, pues el simple hecho de verla allí la había hecho sentirse impotente debido a que creía que la habían reemplazado con una niña con cabeza anaranjada, agregando el hecho de que estaba muy segura de que era aquella la niña que _____ había visto con Mike el día en el que ambas se habían escapado de la casa. Eleven no necesito ni un segundo para que la chica comenzara a caerle mal, aunque eso iba a cambiar con el tiempo.

—Nunca perdí la esperanza— dijo Michael apenas se separó de su chica con una pequeña sonrisa—. Te llamé todas las noches, todas las noches durante..

—Trescientos cincuenta y tres días— le interrumpió ella con serenidad en la voz, la cual era provocada por nadie más que el jovencito que se encontraba frente a ella con el corazón latiendo demasiado rápido. Jamás se había sentido tan segura en todo ese tiempo que había pasado escondida a como estaba en aquel momento junto a la persona que le quitaba el aliento—. Te escuche.

El azabache la observó expectante por sus palabras, las cuales lo hirieron un poco ya que sentía que había sido completamente ignorado por su amor, por lo que decidió indagar sobre la causa de no haber recibido una señal de su parte. Siquiera un suspiro o palabra, lo que fuera que le indicara que debía esperarla aun mas, lo cual Mike estaba dispuesto a hacer sin dudarlo.

—¿Por qué no dijiste que estabas ahí?— preguntó algo confundido, dirigiendo su mirada a su amiga castaña a la vez—. ¿Que estaban bien?

_____ abrió lentamente su boca, aunque cuando sus ojos se posaron en la única familiar de sangre que se encontraba en el lugar la cerró. Chloe se hallaba detrás del chico Wheeler, esperando para poder abrazar a su pequeña hermana de una vez por todas y hacerla sentir en casa.

—Yo no la dejé— respondió Hopper por ambas niñas, recibiendo la atención de los presentes, especialmente la de dos de todos ellos. Se acercó a las chicas que había estado cuidando a toda costa, sintiendo un gran alivio en su interior al verlas a ambas a salvo de cualquier peligro—. ¿Qué hacen aquí? ¿Dónde estaban?

—¿Dónde estabas tú?— refutó Eleven algo enfadada mientras se posicionaba a un lado de su mejor amiga.

El hombre las abrazó a las dos mientras largaba un sonoro suspiro. A pesar de que no lo expresara en palabras, era clarísimo que se preocupaba muchísimo por El y _____, pues de alguna forma las había estado criando como hijas suyas. La castaña respiró hondo, sonriendo repentinamente al estar tan cerca de las dos personas que más amaba en todo su universo, pues más allá de Kali, su mamá, Mike, y todos los que formaban parte de su vida y mantenía en su memoria, Hopper y _____ eran los más importantes. No era difícil explicar por qué, ya que la niña estaba segura de su respuesta a aquella boba pregunta y no le resultaba necesario dudar de si debía darle la misma importancia al resto de las personas. Los iba a amar para siempre, y todo momento que no pasara con ellos era razón para extrañarles con cada fibra de su cuerpo.

Stranger Things 2 [Mike y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora