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"Reflexión"
Unos meses antes.

— ¿Tratos?

— Si, Thalía, tratos. Pero no de los simples, estos son... peligrosos.— Halsey me pasa un churro, y me niego, pero al ver su insistencia opto por hacerle caso.— Y claro que no es nada barato.

— Pero si tu eres rica.

— No te equivoques mi cielo, mis padres son ricos, no yo.— Y eso fue suficiente para tenerme pensativa.

Es cierto, mi padre es rico, yo no. ¿Cómo no llegó a mi mente antes? ¿Será cierto lo que muchos dicen de mi? ¿Soy una niñita hija de papi?

— Odio tener que hacer esto Thalía, pero... ocupo tu ayuda.

Rápidamente la regreso a ver y alzo una ceja.

— ¿Halsey Tavalas pidiéndome ayuda? ¿En que dimensión me encuentro?— Me cruzo de piernas y tomo de la botella que hace unos momentos me regaló.

— Lo sé, ni yo me la creo.

— Cuéntame, en qué te ayudaré.— No es fácil que Halsey pida ayuda.— Digo, lo puedo pensar...

La rubia suspira, para después darle una gran calada a su cigarro.

— Hace un año un chico me pidió sexo a cambio de millones. No, no me lo pidió, fue más una orden.— Abro la boca para hablar, pero me lo impide con una mirada.— Obviamente le dije que se fuera a la mierda, pero me amenazó con... algo mío. No me podía negar, y sabes que no es fácil que me amenacen pero además de eso me enteré de que era un chico con una familia muy peligrosa. No contaré más de eso porque no soy tan estupida como para meterte.—Trago en seco.— Rápidamente arme un plan, que en mi mente sonaba Perfecto. Yo ocupaba el dinero, así que no me pareció tan malo. Lo embriague, lleve a una habitación, le hice algunos chupetones y...

— No quiero saber eso.— Digo de manera rápida.

— Espera, escucha.— Asiento, aún dudando.— y me fui en cuanto cayó por el alcohol, pues le puse algo que le haría dormir como roca.— Suspiro, aliviada.— A la mañana siguiente volví para que no dudara de lo que supuestamente pasó, por supuesto que me pagó. Pero a la semana...

— Se enteró...

Halsey suspira y asiente de manera lenta. Me quita la botella.

— El hijo de puta me buscó por todos lados, por lo que tuve que mudarme. Ha pasado tiempo, pero me ha encontrado, o bueno, eso hará si doy el siguiente pedido.

— ¿A que te refieres?

— Me pidieron droga para hoy en la noche. Pero esa fiesta es de ese maldito. Al parecer mi cliente y él son amigos. No sabe que soy yo, pero lo sospecha, por eso imagino que me lo pidió su amigo. Por eso ocupo que...

— No. no venderé droga.— Me levanto de inmediato, y ella también.

— ¡Maldita sea, Thalía! ¡Nunca te he pedido nada!

— ¡No Es cualquier cosa! Me pueden llevar presa si me descubren...

— Oh vamos Thalía, no eres una santa. Has estado sentada aún lado de drogadictos que se la pasan con mariguana en la jeta.— Da un paso acercándose a mi.

— No Es lo mismo...

— Claro que lo es. Ahora, en serio no puedo dar esto, pero sabes que no puedo fallarle a mis clientes. La vida es dinero, bitch. ¿Me ayudas? Hazlo por Isak, él se pondría muy triste si me pasa algo...

¡Bitch! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora