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"Nunca en tu vida te confíes de otros"

Todos lanzan las gorritas y después se empiezan a tomar fotos con su familia. Como era de esperarse, papá sigue decepcionado de mi y no vino, pero créanme cuando les digo que yo estoy más decepcionada que él. No hemos vuelto a hablar, aunque me duela debo soportarlo, mi orgullo no me deja ni mirarle.

Aquí empieza mi trabajo. Antes de siquiera dar un paso, Sebastián se me pone en frente y me da un abrazo. Se la devuelvo, y pronto me  mira nervioso.

— Thalía yo...— Oh no.— Siempre estuve enamorado de ti. Desde que te vi con esos vestidos de niña chiquita hasta con esos conjuntos rebeldes que traías a la escuela. Sé que estás con Isak, pero créeme cuando te digo que haré de todo para hacerte sentir bien, y que me quieras como yo lo hago. Tal vez no soy el más apuesto o el más inteligente, o popular o...

De lo cerca que está, noto las pecas en su rostro, muy chiquitas, nada comparada con las mias. Cuando él cierra los ojos yo lo empujo con cuidado, sus ojos detonan el miedo, pero le sonrío.

— sebas, en dos días me voy a suiza.— Esa respuesta lo dejó en shock.— Admiro que hayas tenido el valor para decírmelo, pero en verdad que no puedo aceptarte, por el motivo que dijiste tú, y el que te dije yo. Espero que me entiendas, fuiste lo más cercano que tuve de amigo en este año.— Ni siquiera yo entiendo la sabiduría que sale de mi boca.

Me alejo de él lo más que puedo y me encuentro a Camila, Leslie y Mariana, quienes se están tomando una foto. Al verme, se acercan y automáticamente pongo la sonrisa más sincera que puedo del momento para la foto.

Tal vez no fueron las mejores, pero al menos no me engañaron, y si lo llegaron a hacer se los perdono por no haberme abandonado en mi primer año, en donde era la nueva.

— Bonito día, ¿No?— Me habla Leslie, viendo el cielo el cual está nublado.

— Si...— Suspiro.— Leslie, lamento si mis palabras te ofendieron el otro día, pero entiéndeme. Halsey no es una buena persona, y no digo que yo lo sea, pero jamás debes de hacer negocios con arpias.

— Pensé que era tu amiga...

— Eso pensé, pero la única verdad aquí es que nadie es lo que aparenta ser.— Le acaricio la mejilla y toco su panza aún plana.— Esto te cambiará la vida, pero no siempre es para el mal.

Se le cristalizan los ojos, y me abraza. Pronto paso a las otras dos, quienes estaban pensando en que ponerle a las fotos en redes. Me despedí de ellas, y sucedió lo mismo. Pronto hablé con la a veces odiosa Mika, con Grace y Yair, la gótica de Laura y otras personas en la que, la mayoría, me habló solo para conocer a mis personas. Trate de no ofender a las que se me acercaban para tomarse una foto mía y etiquetarme para tener más reacciones en redes. Son tan...

Hasta lo último dejé a Mark, el primer niño por el que sentí algo fuerte. Si me pongo a pensar bien, él cambio mi vida. De hecho, yo misma la arruiné cuando decidí cambiar por él. Es gracioso, porque yo voy a cambiar por Isak, pero más que nada para alejarme de esta vida tan horrible.

— ¿Mark?— El susodicho se voltea, y sus ojos azules se conectan con los míos. Me sorprende al ver que tiene una larga y rubia melena.

— ¿Thalía? Vaya, que sorpresa. Pensé que jamás me volverías hablar... más calmada.— Hace una mueca, a lo que yo río.

— Perdón.—Suelto finalmente.— Era muy niña para entender, pero ¿Como pensaste que iba a reaccionar? Me rechazaste, me rompiste el corazón, fuiste un imbecil conmigo y...

— Alto ahi Thalía.— Está vez Mark frunce el ceño, causando mi confusión.— Yo jamás te rechacé. ¿Como puedes decir eso? En esa película yo me declaré, te pedí ser mi novia y te dije que no te veía como mi amiga. ¿Que demonios pasa por tu cabeza?

Muda. Así me quede. Repase cada momento de ese día en mi cabeza, hasta la parte de la huida, pero nada.

Un momento, los cortos de la peli me impedían escuchar con claridad. Mierda.

Estaba a punto de disculparme y explicarle todo, hasta que soltó las palabras mágicas.

— No se por qué me sorprende, si eres la nefasta Bitch. En ese entonces debí hacerle caso a mis amigos, eras muy niñata, tal vez hubiera tenido suerte si lo hubiera hecho cuando ganaste actitud.— Eso lo escupió sin pudor, haciendo que mi cara coja el color de mi cabello.

Sin previo aviso le suelto un puñetazo en la cara, así como alguna vez me enseñó un maestro de lucha para defenderme. Dolió, pero no tanto como a él porque si que llevo algunos anillos con piedritas.

— Por imbécil.

Mark se cubre la mejilla mientras se agacha, algunas personas se le acercan y cuando me iba a ir, dos chicas me ponen sus manos en mi hombro.

— Bien jugado, se lo merecía por juguetón.

Las gemelas patterson me miran con orgullo, y después se van agarradas de la mano. No se que me dio mas escalofrío, el hecho de que lo dijeron al mismo tiempo o que se fueron naturalmente coordinadas.

Salgo al estacionamiento y aspiro el aire frío. Esta ciudad tiene cosas bonitas, pero ya me urge largarme. Pero bueno...

Toca la última fiesta.

(...)

Llevo puesto el vestido más candente que tenía en el armario, y eso los chicos me lo agradecen. No, no es que ya sea una cualquiera, pero es la última fiesta y me quise poner algo que tenía planeado nunca usar.

Esta era la fiesta de graduación, pero veo a más personas conocidas que ni siquiera son de mi edad. Increíble. Muchos me saludan, y me esfuerzo a llegar con los indicados.

— ¡Thalia!

— ¡Michelle!

Nos damos un fuerte abrazo. Aún lado de ella, como siempre, estaba Kevin. Hablamos por un rato sobre temas distintos, e incluso me preguntó el por qué había desaparecido si era muy fiestera. Me las arreglé para evadirla. Cuando le solté lo de Suiza se entristeció mucho, incluso pude ver sus mejillas rosadas y los ojos vidriosos. No supe si sentirme mal porque le afectaba mucho y enternecida por saber que le importo. Tratamos de cambiar tema para no llorar como magdalenas.

— ¿Y donde están los cachondos de León y Josué?

— Ya sabes, en el limbo.— Señala el piso de arriba, y reímos.— ¿Bebida?— Llega Kevin con un vaso para su novia y me extiende el otro.

Me la pienso mucho. Siempre termino haciendo cosas locas, pero ya tengo algo de experiencia, creo que me puedo controlar. Aunque bueno, el problema es que es la última fiesta.

— ¿Qué? ¿Thalía dudando?— Mi mirada se endureció al escuchar a Halsey.

Tomo el vaso en un arrebato y le pego un gran trago.

— Me quede atontada, es todo.—Debo terminar con esto.— Michelle, tengo que ir a buscar a Isak, ¿lo has visto?

Asiente y me señala la barra, le sonrío en agradecimiento y paso aún lado de Halsey. Siento que se le corta la respiración cuando le susurro:

— Espero que hayas disfrutado de mi novio.

¡Bitch! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora